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Yo Soy
Aldivan Teixeira Torres


Trece histoiras. Un soñador, un joven y dos arcángeles en busca de la verdad. ¿Qué tienen en común un depresivo, un pedófilo, un abortista, un drogadicto, un jugador profesional, científicos, criminales, un sexólogo, un esquizofrénico y un discapacitado? Trece historias. Un soñador, un joven y dos arcángeles en busca de la verdad. ¿Qué tienen en común un depresivo, un pedófilo, un abortista, un drogadicto, un jugador profesional, científicos, criminales, un sexólogo, un esquizofrénico y un discapacitado? Ambos buscan reflexionar sobre sus acciones, sus caminos futuros junto al vidente, un ser revolucionario y especial, en un gran viaje por el nordeste de Brasil. Declarando ser el hijo de Dios, promete escuchar a todos, aconsejarles y dar consejos valiosos sobre cómo reanudar la vida mostrando su personalidad y la de su padre a lo largo del tiempo. La meta más grande de todas es despertar el yo interior de cada una de ellas y, alcanzando este milagro, la verdad finalmente será revelada. ”Yo soy” también representa un grito de libertad frente a las convenciones sociales como Jesús lo hizo en el pasado. ”El ”Yo soy” muestra de esta manera cómo el ser humano es en esencia, lo cual está en desacuerdo con aquellos que están acostumbrados a juzgar a los demás. Un libro que invita a la reflexión y que promete muchas reflexiones y emociones.





Aldivan Teixeira Torres

Yo soy




Yo soy




Aldivan Teixeira Torres


Yo soy

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Por: Aldivan Teixeira Torres,

В©2018-Aldivan Teixeira Torres

Todos los derechos reservados.

E-mail:aldivanvid@hotmail.com

Traductor: Arturo Juan RodrГ­guez Sevilla

ReseГ±a: Aldivan Teixeira Torres

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Este libro, incluyendo todas sus partes, estГЎ protegido por derechos de autor y no puede ser reproducido, revendido o transferido sin el permiso del autor.

Calificaciones acadГ©micas: licenciatura en MatemГЎticas con especializaciГіn en la misma ГЎrea.

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Breve biografГ­a: Aldivan Teixeira Torres, nacido en Arco verde (Brasil), creГі la serie El vidente, las series Los hijos de la luz, y tambiГ©n ha publicado libros de poesГ­a y guiones. Su carrera literaria comenzГі a finales de 2011 con la publicaciГіn de su primera obra romГЎntica Opposing forces. Por razones que no han trascendido, dejГі de escribir sГіlo para reanudar su carrera en la segunda mitad de 2013. Desde entonces no ha parado. Espera que su escritura contribuya a la cultura pernambucana y brasileГ±a, despertando el placer de la lectura en aquellos que aГєn no tienen el hГЎbito. Su lema es: "Por la literatura, la igualdad, la fraternidad, la justicia, la dignidad y el honor del ser humano para siempre".




Dedicatoria


Dedico este trabajo a todos los espГ­ritus iluminados y luchadores que han tenido el valor de enfrentarse a los dictados sociales y difundir sus creencias y visiones del mundo. En especial, a los estigmatizados por la sociedad que estГЎn siendo juzgados constantemente. Para ellos tengo un mensaje: "Yo soy" cree en ti.




Agradecimientos


Primero, a mi buen Dios que me considera su hijo. A mis padres y familiares, que siempre estГЎn presentes en los momentos buenos y malos. A mis amigos, compaГ±eros de trabajo, conocidos, vecinos y aquellos que han formado parte de mi vida. A mis lectores que siempre me alaban. Finalmente, agradezco a todos los que creen en la literatura brasileГ±a.

"JesГєs estaba diciГ©ndole a los judГ­os que habГ­an creГ­do en Г©l: Si permanecГ©is en mi palabra, serГ©is mis verdaderos discГ­pulos y conocerГ©is la verdad y la verdad os liberarГЎ. Ellos respondieron: Somos descendientes de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie; ВїcГіmo es que dices "serГЎs libre"? JesГєs contestГі: En verdad os digo que todos los que pecan son esclavos del pecado. El esclavo no se queda en casa todo el tiempo; el hijo, sin embargo, se queda siempre allГ­. Si, entonces, el hijo te libera, serГЎs verdaderamente libre. SГ© que sois descendientes de Abraham, pero tratГЎis de matarme, porque mi palabra no os penetra. Hablo de lo que vi junto con mi padre y vosotros hacГ©is lo que habГ©is oГ­do de vuestro padre. Ellos respondieron: Nuestro padre es Abraham. JesГєs les dijo: Si fuerais hijos de Abraham, harГ­ais la obra de Abraham. Ahora, sin embargo, tratГЎis de matarme, a mГ­ que he predicado la verdad que he oГ­do de Dios; Abraham no hizo esto. EstГЎis haciendo el trabajo de vuestro padre. Ellos respondieron: No nacimos de la fornicaciГіn; sГіlo tenemos un padre que es Dios. JesГєs les dijo: Si Dios fuera vuestro padre, entonces me amarГ­ais, porque yo soy de Dios y vengo de Г©l: yo no vengo de mГ­ mismo, sino que Г©l me ha enviado. ВїPor quГ© no entendГ©is mi idioma? ВїPor quГ© no podГ©is oГ­r mi palabra? Sois del diablo que es vuestro padre y querГ©is satisfacer los deseos de vuestro padre. Г‰l ha sido un asesino desde el principio y no persistiГі en la verdad, porque la verdad no estГЎ con Г©l; diciendo mentiras, habla de sГ­ mismo, porque es un mentiroso y padre de las mentiras. Yo, sin embargo, que digo la verdad, no creГ©is en mГ­. ВїQuiГ©n de vosotros me acusa de pecar? Si digo la verdad, Вїpor quГ© no me creГ©is? El que es de Dios, escucha la palabra de Dios. No escuchГЎis porque no sois de Dios. Los judГ­os respondieron: ВїQuizГЎs no hemos hablado bien diciendo que eres samaritano y que estГЎs poseГ­do por el diablo? JesГєs contestГі: No tengo ningГєn demonio, pero glorifico a mi padre y vosotros me deshonrГЎis. No busco mi gloria; hay alguien que busca y juzga. En verdad, en verdad os digo, los que observan mi palabra nunca verГЎn la muerte. Entonces los judГ­os dijeron: Ahora sabemos que tienes un demonio. Abraham muriГі, y tambiГ©n los profetas; y tГє dices: Si alguien guarda mi palabra, nunca saborearГЎ la muerte. ВїPor casualidad eres mГЎs grande que nuestro padre Abraham, que muriГі? ВїY los profetas que murieron? ВїQuiГ©n pretendes ser? JesГєs respondiГі: Si me glorifico a mГ­ mismo, mi gloria no vale nada; el que me glorifica es mi padre que decГ­s que es vuestro Dios y a quien no conocГ©is; yo, sin embargo, lo conozco. Si dijera que no lo conozco, serГ­a como vosotros, un mentiroso. Pero lo conozco y cumplo su palabra. Tu padre Abraham se regocijГі al ver mi dГ­a; lo vio y fue feliz. Entonces los judГ­os le dijeron: ВїNo tienes ni cincuenta aГ±os y has visto a Abraham? JesГєs les dijo: En verdad, en verdad os digo que antes de que existiera Abraham, yo soy". (Juan, 31-58)




IntroducciГіn


"Yo soy" se presenta como un reto, un atrevimiento, frente a una sociedad muchas veces atrasada y conservadora. El primer gran pensador que enfrentГі este paradigma fue un judГ­o llamado Jesucristo hace unos dos mil aГ±os. DeclarГЎndose hijo de Dios y afirmando su "Yo soy", rompiГі las estructuras entonces existentes. Inspirado por este ejemplo, este libro da un grito de libertad que todo ser humano debe experimentar. No somos lo que dicen los demГЎs, y muchas veces somos la personalidad que creamos. Debemos ser nosotros mismos con la verdad desnuda y cruda. SiguiГ©ndolo, despertaremos nuestro verdadero "Yo soy" y esto nos liberarГЎ para siempre de nuestros propios miedos.

"Yo soy" tambiГ©n pone en contradicciГіn las reglas, la falsa moral, los prejuicios, la intolerancia y el orgullo. SГіlo cuando encontremos nuestro eje principal definiremos nuestras prioridades y la mejor manera de realizarlas. El libro plantea preguntas relevantes sobre la correlaciГіn e intercorrelaciГіn de las relaciones.

Finalmente, "Yo soy" es una obra primordial que debe ser leГ­da a la luz de la sociedad actual y si conseguimos trasladar el argumento a nuestra vida, resolveremos nuestros propios fracasos y descubriremos que no hay mayor felicidad en el mundo que estar junto a nuestros amigos, a nuestros maestros, a nuestra creencia y a nuestro Dios. Con ellos somos mГЎs fuertes, y nos transformaremos en defensores, propagadores y protectores de las cosas buenas. Hazlo. SГ© un apГіstol de buena voluntad, de la verdad, del Padre y practica siempre el amor. Un abrazo y buena lectura.




NOTAS PARA EL EDITOR:


В«SirvienteВ» como В«discГ­puloВ», etc.




PsicografГ­a


Era el dГ­a uno de enero de 2015, una maГ±ana agitada, oscura, sombrГ­a, tormentosa, a pesar de ser el comienzo del nuevo aГ±o, en un cierto lugar del interior de Pernambuco, donde, descansando en una reciГ©n comprada cama box, se encontraba el glamuroso vidente, el viejo soГ±ador que habГ­a conquistado la cueva de la desesperaciГіn y su fuego.

Entre pesadillas conflictivas que lo despiertan varias veces durante la noche, se debate incansablemente en busca de signos que alumbren una mayor realizaciГіn de sus sueГ±os mГЎs profundos. Sin embargo, ninguno parecГ­a muy prometedor.

Exactamente a las tres de la madrugada se despierta del Гєltimo sueГ±o de la noche, se levanta de la cama y se acerca a su escritorio donde estГЎn su cuaderno, su impresora, los libros, el cable para conectarse a Internet, formularios y otros documentos.

Se sienta en la silla, abre el cajГіn, saca un bolГ­grafo y un papel. El espГ­ritu de YahvГ© lo agita y luego comienza a psicografiar:

"Se acerca una nueva era y en estos nuevos tiempos quiero darte, hijo mГ­o, todo el honor, la gloria y el Г©xito que mereces. Yo actГєo de esta manera porque tГє eres el Гєnico en la tierra que me entiende, que me escucha y que es completamente obediente. Por lo tanto, te digo: Toma tu saco, tu bastГіn, tu cruz y sГ­gueme. No te preocupes por lo que estГЎs dejando atrГЎs ni por lo que sucederГЎ despuГ©s, porque todo ha sido planeado desde el principio de los tiempos. Quiero, a travГ©s de ti, tocar el corazГіn de las personas, hacerlas reflexionar y que tomen un nuevo rumbo en sus turbulentas vidas. De nuevo, tengo la intenciГіn de buscar a los pecadores, pues como dice el viejo dicho: Quien necesita un mГ©dico es quien estГЎ enfermo. A los que creen, les prometo vida eterna y un lugar especial en nuestro reino. A quienes lo repudien, se les quitarГЎ el nombre del libro de la vida, porque los que no reconocen al hijo que pueden ver, mucho menos reconocerГЎn al padre que no ven. Estos Гєltimos no merecen el polvo de tus pies. No tengas miedo, siempre estarГ© contigo dirigiГ©ndote internamente. No hay secretos entre nosotros y mi gracia te protegerГЎ. Busca una seГ±al."

El vidente deja de escribir. Recoge el periГіdico y se preocupa. ВїQuГ© iba a pasar? A cada momento, la gigantesca rueda en la que se ha transformado su vida se vuelve mГЎs interesante.

Ya ha congregado las fuerzas opuestas, ha comprendido profundamente su noche oscura del alma, ha vuelto a visitar el pasado, ha descifrado el cГіdigo de Dios y ahora estГЎ ante mГЎs demandas.

El cansancio es intenso y decide volver a dormirse. EstГЎ seguro de que no podrГЎ dormir, pero al menos puede descansar su cuerpo fatigado. Y asГ­ lo hace: guarda el papel en el cajГіn del escritorio, se levanta de la silla y en cuatro pasos se desploma sobre la cama. Ahora, sГіlo habГ­a que esperar al amanecer para tomar las medidas necesarias.

Hasta entonces, aprovecha para una reflexiГіn interior sobre sГ­ mismo, su misiГіn y sus desafГ­os, sus cГ­rculos sociales y sus respectivas necesidades, sus compromisos, la batalla diaria; y trata de prever los matices del destino, cada vez mГЎs asombrosos. Pero lo mГЎs importante es que todo permanecГ­a en paz y al ritmo esperado. Su estrella pronto brillarГ­a.

Y asГ­, el tiempo pasa. Cuando el despertador suena exactamente a las cinco de la maГ±ana, salta de la cama, se viste, grita de alegrГ­a porque es fiesta, va a la estanterГ­a, coge el cable de la radio y lo conecta. En el mismo estante elige uno de sus CDs favoritos y lo reproduce. Escucha tres canciones, se desnuda, coge champГє, jabГіn, cepillo, pasta de dientes, crema y navaja de afeitar, la toalla envuelta alrededor de su cuerpo menesteroso, delgado y sudoroso. Al salir de la habitaciГіn, pasa por dos salones y al final del pasillo entra en el baГ±o. Cerrando la puerta detrГЎs de Г©l, se quita la toalla, pone los objetos personales en el lavabo y comienza los procedimientos necesarios.

Con cuidado se salpica un poco de agua en la cara y aplica la crema. Ahora tiene la oportunidad de analizar su aspecto externo. Su cara estГЎ negra y azul como resultado de restregarla constantemente contra la almohada durante la noche anterior. Al ser vanidoso, inmediatamente comienza a afeitarse para sentirse joven lo antes posible. A medida que se afeita, se rasura el bigote, la piel se vuelve suave, a pesar de algunos cortes causados por no prestar atenciГіn. Nada serio.

Cuando termina, se mete bajo la ducha, la abre y el contacto con el agua frГ­a despierta sus emociones mГЎs profundas. Todo va encajando en su vida, haciendo cada vez mГЎs interesante su destino. Aunque aГєn no se ha dado cuenta, se siente plenamente seguro de sГ­ mismo y capaz de volver a ganar. EstГЎ dispuesto a ir hasta el fondo en busca de la seГ±al mencionada por su padre en el mensaje psicogrГЎfico de hace un momento. Incluso aunque no tenga ni idea de por dГіnde empezar. El vidente cierra la ducha. Se pone jabГіn hasta en el Гєltimo rincГіn del cuerpo y lo lava una vez mГЎs. Con la exfoliaciГіn de la piel, ahora es mГЎs fГЎcil eliminar completamente las impurezas corporales, espirituales y psicolГіgicas que de vez en cuando le afligen. Aprovecha para concentrarse en la limpieza, dejando sus pensamientos para otro momento.

Entre champГє y jabГіn y mГЎs agua frГ­a, termina de baГ±arse en quince minutos. Vuelve al lavabo, se cepilla los dientes blancos, haciГ©ndolos brillar. Ahora estГЎ listo para un dГ­a libre y quiГ©n sabe, quizГЎ interesante en su vida casi monГіtona. Se siente confiado, recoge la toalla, se seca, se viste y sale del baГ±o; por el mismo camino regresa a su habitaciГіn. En este momento, todos en la casa estГЎn despiertos y amablemente desean buenos dГ­as a aquellos con los que se encuentran y son correspondidos rГЎpidamente a pesar de que no es lo usual. En la habitaciГіn, se pone ropa sencilla pero limpia. Luego se dirige a la cocina ubicada al final del pasillo. Pasando por los mismos lugares que antes, llega allГ­, va a la mesa y se sienta en una silla vacГ­a. En este punto huele el cafГ© y los huevos fritos que estГЎ preparando su amable hermana. Los otros comienzan a llegar haciendo el lugar mГЎs animado, con las habituales contradicciones familiares.

A continuaciГіn se sirve el desayuno, que consta de huevos, panecillos y galletas. Mientras comen, mantienen una conversaciГіn sobre temas cotidianos, noticias regionales, deportes, polГ­tica, religiГіn y relaciones, y cada uno tiene la oportunidad de dar su opiniГіn. Todo es muy agradable.

Una vez terminado el desayuno, el vidente se despide y regresa a su habitaciГіn. AllГ­ comienza a empacar su mochila, sГіlo los artГ­culos necesarios para el uso. Su objetivo es salir y empezar a buscar la seГ±al mencionada por su padre. Con todo listo, sale de la habitaciГіn, pasa por el salГіn, dice el Гєltimo adiГіs y cruza la puerta. Va a seguir su intuiciГіn.

Afuera, se dirige hacia el este, lugar de una vista peculiar. En el camino, se encuentra a dos personas, las saluda y sigue adelante, porque no hay tiempo que perder. El desafГ­o exige una decisiГіn.

En cinco minutos ya estГЎ en el campo contiguo a la escuela del pueblo. Camina un rato y en un momento dado todo parece cambiar: el suelo tiembla, el cielo se oscurece y se acerca la sombra negra de la aflicciГіn. Fue como el sueГ±o que tuvo hace dos aГ±os. Desde dentro de la sombra tres hombres salen y se acercan. Con una sonrisa engaГ±osa, agarran por la fuerza al vidente de ambos lados y lo aproximan al interior de la sombra. Cada vez mГЎs cerca, el hijo de Dios entiende que serГ­a su perdiciГіn entrar en la sombra y lucha por liberarse.

Sin embargo, sus esfuerzos son inГєtiles, ya que estГЎ en desventaja, son tres contra uno. Sin salida, la soluciГіn es pedirle ayuda a su padre a travГ©s de la siguiente oraciГіn llamada OraciГіn de LiberaciГіn:

"Te invoco, Dios de los ejГ©rcitos, para que me rescates en este momento de desesperaciГіn. He aquГ­ que los malhechores se apoderaron de mi alma y de mi cuerpo tratando de llevarme a la perdiciГіn. Estoy atascado. AsГ­ que, te lo ruego, padre mГ­o, rescГЎtame, muГ©strame tu poder y llГ©vate a todos los malhechores. Te ruego en nombre de tu plan, tu bondad y tu amor insondable. LibГ©rame para que pueda dignificar tu nombre ante los otros. Que asГ­ sea".

Tan pronto como termina de rezar la oraciГіn, la situaciГіn cambia por completo: una gran luz se acerca, se para frente a los hombres y de su interior salen dos ГЎngeles fuertes. Uriel y Rafael, viejos conocidos suyos. Agarran a los hombres y con una agilidad espectacular los arrojan de vuelta a la sombra. DespuГ©s, soplan un fuerte viento que los envГ­a al Seol, el gran abismo. ВЎHecho! Ahora el vidente estГЎ a salvo.

MГЎgicamente, Renato tambiГ©n llega, formando el increГ­ble cuarteto de la aventura anterior. DespuГ©s de los saludos habituales, empiezan a hablar.

–Oh, qué bueno que estéis aquí, amigos míos, encantado de volver a veros ―dice el vidente.

–Estamos aquí por la voluntad de tu padre. Agradécele a él ―responde Rafael.

–También es un placer para nosotros. (Uriel)

–Estoy muy contento, compañero. (Renato)

–¿Cómo es que estás aquí, Renato? (El vidente)

–La señora guardiana me dio vuestras coordenadas. Subrayó la importancia astral de este momento. Es como si se tratara de un reinicio de todo lo construido hasta ahora ―explica.

–¡Caramba! Primero el mensaje de mi padre y ahora todos vosotros estáis aquí presentes. ¿ Será una nueva aventura, Rafael? (Divino)

–Precisamente. Hemos venido a ayudarte en la continuación de tu trabajo. (Rafael)

–De acuerdo. ¿Cuál es el primer paso? (El vidente)

–Depende de ti decidir. Sólo entonces encontrarás las respuestas. (Uriel)

La respuesta de Uriel es razonable. Como ser humano, es libre de elegir el mejor camino e intuitivamente sabe que esa es la elecciГіn correcta. Su padre es maravilloso y se expresa a travГ©s de Г©l y eso es lo que los ГЎngeles reconocen. Tras un breve anГЎlisis, toma una decisiГіn y se lo cuenta a sus amigos:

–Muy bien. Lo he decidido. La experiencia en Sodoma mostró la dirección de mi verdadera misión: busco a los pecadores y su liberación de la oscuridad. Quiero llevarlos a mi reino donde tendrán paz, abundancia, justicia y felicidad si me aceptan como rey y hermano. "Yo soy" os invita a un viaje.

–Estoy a tu disposición. Desde el comienzo, soy tu brazo derecho e izquierdo de cualquier trabajo. (Renato)

–Te acompañaré y te protegeré de cualquier mal. (Uriel)

–Siempre seré tu consejero. (Rafael)

–Gracias a todos. Seguidme. (El vidente)

Dicho esto, se ponen en marcha. La siguiente parada serГЎ la casa del vidente, adonde van a buscar comida, ropa y dinero para los gastos del viaje. La suerte estГЎ echada.

En el camino tienen la oportunidad de hablar un poco y disfrutar del comienzo del aГ±o nuevo en el pueblo. La tierra de Aldivan y Renato era un lugar tranquilo y agradable para vivir, lleno de gente culta, educada y hospitalaria. Este reinicio de sus vidas era prometedor.




Arcoverde


Un poco mГЎs tarde, el grupo alcanza su objetivo. Con la ayuda del vidente, empacan las maletas, se reГєnen y parten hacia el primer destino. Pasan por el centro del pueblo, toman la carretera principal y a unos cien metros ya estГЎn al lado de la carretera BR-232. Esperan un rato, hablando animadamente de los planes del viaje.

Veinte minutos mГЎs tarde, llega el autobГєs, se suben a Г©l y comienza un viaje de veinte kilГіmetros, hacia la capital del interior, la bella, querida e importante Arcoverde.

En el coche, un combi de quince plazas de color gris oscuro, tratan de mantenerse distraГ­dos, ya sea charlando con otros pasajeros, escuchando mГєsica o incluso disfrutando del encantador paisaje provincial tГ­pico del interior del noreste brasileГ±o. Sin duda uno de los lugares mГЎs bellos del mundo.

A velocidad media, recorren la distancia en veinte minutos, se bajan en la parada del autobГєs, se despiden, pagan el pasaje y continГєan la caminata a pie por las principales avenidas de la ciudad.

Con la ayuda de los ГЎngeles, la primera parada elegida es la Catedral de la LiberaciГіn. Suben las escaleras, entran en la zona principal y se arrodillan ante el altar sagrado. Hay otras personas alrededor, pero cada uno tiene la libertad de decir sus propias oraciones en una comuniГіn perfecta e individual con el creador.

Cuando terminan las oraciones, algo llama la atenciГіn de los miembros del grupo: una mujer joven y rubia, de 1,75В m de altura, mejillas sonrosadas, piernas y brazos gruesos, cuerpo delgado, con un pantalГіn de peto rosa, que no podГ­a dejar de llorar. Deciden acercarse a la infeliz criatura y hablar con ella:

–¿En qué puedo ayudarla, señorita? ¿Algún problema? (El vidente)

–No. Nada que te concierna. (Jovencita)

–No le hable así. Sólo quiere ayudar. (Rafael)

–Le ruego me disculpe. Es que no entiendo el repentino interés de los extraños por mí. (Jovencita)

–Yo lo entiendo. ¿Cómo te llamas? (El vidente)

–Rafaela Ferreira. ¿Y tú?

–Mi nombre es Rafael Potester.

–Mi nombre es Uriel Ikiriri.

–Me llamo Renato.

–Soy Aldivan Teixeira Torres, también conocido como el hijo de Dios, Divino o vidente. Quiero decirte, al margen de lo que suceda, que hay una solución para todo. Basta con que tengas más confianza en ti misma, en el padre y en mí. Estoy aquí para ayudarte.

Rafaela queda asombrada. ВїQuiГ©n es ese loco que se considera el hijo de Dios? En su mente perturbada, nada ni nadie puede ayudarla, y su destino es la perdiciГіn o el primer puente que encuentre para saltar. Esas palabras, a pesar de haberla tocado, no significan nada ante su dolor privado. Ella decide entonces mostrarse firme y difГ­cil.

–¡Estás bromeando! ¿Quieres que crea que eres divino? No me hagas perder el tiempo.

–¿En serio? Te pareces a esa chica joven que jugaba con su muñeca y se escondía en la sacristía de la iglesia con sus amigos. En ese momento su ingenuidad y su fe eran espejos para otras personas. Ahora, sin embargo, entiendo la oscuridad de tu alma y me siento preocupado. ¿No quieres mi ayuda? No vayas a arrepentirte cuando todo esté perdido ―dijo el hijo de Dios.

–Te recomiendo sinceramente que lo escuches. Después de haberlo conocido, mi vida ha cambiado de tal manera que ya no puedo vivir sin él. Tiene palabras de vida. (Renato)

–Aldivan es un ser extraordinario. Ningún poder, símbolo, ente o confesión es más fuerte que su amor por las personas. Siempre escúchalo. (Rafael)

–No existo sin él. (Uriel)

Rafaela se queda sin palabras. Es ciertamente increГ­ble, sumado a que su fe y devociГіn no le permiten creer en milagros. Los cinco allГ­ frente al Todopoderoso, sus problemas que no dejan de martillearle la cabeza, la promesa de un extraГ±o que se llama a sГ­ mismo hijo de Dios y conoce su pasado. ВїQuГ© estГЎ pasando? ВїPuede ser un complot del destino para socavar todavГ­a mГЎs su miseria? ВїO quiГ©n sabe si puede ser su salvaciГіn? En su mente, esta Гєltima hipГіtesis es la que menos probabilidades tiene.

DespuГ©s de un rГЎpido anГЎlisis de la situaciГіn, decide ponerlos a prueba a ver adГіnde lleva toda esta locura.

–De acuerdo. Dejaré que me ayudes. ¿Cuál es el primer paso?

–Vámonos de aquí. Afuera te lo explicaré mejor. (El vidente)

Todos obedecen al lГ­der del equipo. Saliendo de la matriz de LiberaciГіn, caminan unos metros hacia el sur y giran a la derecha en la avenida principal del centro. En el camino, el vidente habla.

–Rafaela, ¿podrías presentarnos a tu familia? Vives en el barrio de San Cristóbal, ¿no?

–Sí. No hay problema. Los últimos tres meses he estado viviendo con mis padres, después de que mi compromiso se rompió ―responde ella cada vez más impresionada.

–Lo sé. Lo sé. Aprovecharemos para comer algo. ¿Tenéis hambre, chicos? (El vidente)

–Tengo. (Renato)

–No tengo hambre. Pero te acompañaré. (Rafael)

–Ni siquiera preguntas si la chica está de acuerdo. ¡Gandul! (Uriel)

–No hay ningún problema. Mis padres son muy hospitalarios. (Rafaela)

–Gracias. (El vidente)

La caminata continГєa. MГЎs adelante, vuelven a girar a la derecha y esperan en la esquina al primer autobГєs que vaya hacia el barrio. Mientras esperan, permanecen en silencio.

Cinco minutos despuГ©s llega el autobГєs. Nuestros estimados personajes se suben a bordo y reanudan el viaje por el lado oeste de la ciudad de Arcoverde. A una velocidad normal y frente a un trГЎfico caГіtico, llegan a la parada mГЎs cercana a la residencia de su nueva amiga en diez minutos. Pagan los pasajes, se bajan y caminan otros cien metros.

EstГЎn frente a un modesto edificio de mamposterГ­a de diez metros de largo y cinco de ancho, casa estilosa, con una pared corta al frente. Rafaela toma la iniciativa y llama a la pequeГ±a puerta de entrada, que da acceso a una pequeГ±a habitaciГіn. Llama una vez y no pasa nada. En el segundo intento, escuchan pasos y esperan a ser atendidos.

De la casa sale un hombre fuerte, pequeГ±o, de piel clara, con vaqueros, camisa de punto, sombrero de cuero y chanclas. Viendo a su hija acompaГ±ada por los chicos, se sorprende y con vehemencia dice:

–Hija, ¿qué está pasando? ¿Quiénes son estas personas?

–Son mis amigos, padre. Vinieron conmigo de visita. ¿Está todo bien? (Rafaela)

–Ok. Disculpe los malos modales. Me llamo Antonio Ferreira ¿y vosotros?

–Soy Aldivan Teixeira Torres.

–Soy Renato

–Mi nombre es Rafael Potester.

–Y yo soy Uriel Ikiriri.

–El placer es mío. Siéntanse cómodos, vamos a entrar. (Antonio)

–Gracias. (El vidente)

–¿Está mi madre aquí? (Rafaela Ferreira)

–Sí. En el salón. ¿Vamos? (Antonio)

Todos aceptan la invitaciГіn asintiendo con la cabeza. Pasan por el vestГ­bulo, entran en el salГіn, y se sientan unos en el sofГЎ de cinco plazas y otros en sillas. Gildete, la madre de Rafaela es presentada a los visitantes. Entonces empiezan a hablar.

–Bien, señora Gildete y don Antonio, conocimos a Rafaela por casualidad, cuando estábamos rezando. Díganme, ¿cuándo empezaron los problemas? (El vidente)

–No sabemos exactamente cuándo, pero sospechamos que lo peor ocurrió debido a la ruptura del compromiso. A partir de entonces, perdió las ganas de vivir. (Gildete)

–Creo que fue justamente así. (Antonio)

–Yo lo entiendo. Es realmente muy difícil. (El vidente)

–¿Ha visto a un especialista? (Rafael)

–Sí. Sin resultados claros. (Gildete)

–En mi desesperación, incluso consulté a un sacerdote santo. (Antonio)

–Ya os he dicho que nada ni nadie puede ayudarme. Son tercos. (Rafaela)

–No hables así. Nada es imposible. (Renato)

–Ella está deprimida, hombre. Es normal sentirse así. (Uriel)

–Oh, perdóname, Rafaela. (Renato)

–No es culpa tuya. ¿Qué hacer, Dios mío? Me siento perdida y sin posibilidades de seguir adelante. ¿Qué más podría pasar? (Rafaela)

–La respuesta que buscas está en mi padre. Cuando estaba en la noche oscura del alma ―un período oscuro en el que me alejé de Dios― él me buscó y con gran amor me salvó de la perdición. Él puede hacer más por ti, a través de mí. Por eso, les pido permiso a tus padres y a ti, para que me dejen intentar ayudarte. (El vidente)

–No lo sé. Aunque me asusta, confío en que…

–¿Qué debo hacer, papá y mamá? ―pregunta Rafaela.

–No tenemos nada que perder. Con lo poco que hemos hablado, he comprendido la grandeza del corazón de este hombre. Tengo fe. (Gildete)

–¿Qué tiene en mente? (Antonio)

–Conozca a su hija, y a través de su conocimiento podrá ayudarla. También quiero que ella venga con nosotros en un corto viaje. (El vidente)

–Por mí, está bien. Sin embargo, manténganos al día. (Antonio)

–Si estáis de acuerdo, yo también lo estoy. Voy a intentarlo. (Rafaela)

–Gracias por tu confianza. (El vidente)

–¿Quieren algo de comer o beber? (Gildete)

–Agua para mí. (El vidente)

–Quiero jugo. (Renato)

–Lo que sea. (Rafael)

–Gracias. (Uriel)

–Si me disculpan… (Gildete)

Gildete se levanta, se revuelve el pelo y con pasos firmes se dirige a la cocina. En unos pocos pasos llega allГ­ y comienza a preparar algunos bocadillos. Mientras esperan, la conversaciГіn continГєa animada en el salГіn, en relaciГіn con otros temas. Cuando termina de preparar la comida, la anfitriona llama a todos a la mesa de la cocina, donde todo estaba bien organizado. Responden a la llamada y durante veinte minutos siguen interactuando, en un ambiente de paz, tranquilidad y uniГіn, como si fueran una gran familia, lo cual tiene algo de verdad, pues todos ellos forman parte de la gran familia llamada humanidad.

Finalmente, Rafaela va a hacer las maletas para emprender el largo viaje. Un viaje aГєn no definido e imprevisto que podrГ­a cambiar el futuro del mundo entero. Espera y verГЎs.




Ipojuca (Arcoverde)


Con la ayuda de sus nuevos amigos, Rafaela termina de prepararse y el grupo abandona la casa. Afuera, el vidente para un taxi con destino al primer lugar que le viene a la mente. El lugar elegido es Ipojuca, en el municipio de Arcoverde. Se suben al auto y parten hacia allГ­.

Pasan por el barrio de San CristГіbal, llegan al centro, pasan Boa Vista y al final de la avenida principal se desvГ­an hacia el pueblo. En este punto todos estГЎn atentos y expectantes. "Las lГ­neas del destino estГЎn siendo trazadas incluso sin que ellos sean conscientes de ello. Ciertamente les esperaba el Г©xito".

En el camino, tratan de divertirse de la mejor manera posible con risas, chistes, chismes y alboroto. SГіlo el vidente estГЎ muy serio y pensativo. Al menos en apariencia.

Y asГ­, los quince kilГіmetros que los separaban del pueblo pasan rГЎpida y relajadamente. Llegan al pueblo, con sГіlo una carretera principal y unas pocas casas aquГ­ y allГЎ. Piden al conductor que pare frente a la pequeГ±a iglesia local, toman su nГєmero de telГ©fono, le dicen adiГіs, le pagan y se bajan. Observan cГіmo el coche desaparece en el horizonte y deciden deambular por allГ­. Es entonces cuando habla el vidente:

–Siento que todo está cambiando. Por fin voy a encontrar mi destino, encantaré al público y resolveré muchos conflictos. ¿Vosotros lo creéis, hermanos? (El vidente)

–Sí, tú eres el hombre ―le alabó Renato.

–Gracias. (El vidente)

–Todo el mundo tiene la capacidad de alcanzar el éxito. Sin embargo, muchos son desviados por los acontecimientos del destino y se rinden. Sé que este no es tu caso y te admiro por ello. (Rafael)

–Rafael, yo no soy Superman. Soy humano, y estoy muy orgulloso de ello. Soy como cualquier otra persona normal, con miedos, frustraciones, decepciones, ansiedades, preocupaciones y muchos problemas. Todo conspira para el fracaso, pero no acepto la derrota. He decidido luchar hasta el final y llamo a mis hermanos a la confluencia en mi padre: "Yo soy" os ama y a través de mí puede curar tus heridas. Basta con creer en Yahvé, en mi nombre y en el de mi Hermano Superior. ¡Ten fe! (El vidente)

– ¡Enséñame! He perdido la esperanza y no sé dónde encontrarla. (Rafaela Ferreira)

El vidente se emociona. AllГ­, a su lado, hayВ В В В В В  una hermana sufriente, luchadora, llena de rasguГ±os de la vida ingrata. Comprende bien su situaciГіn y sus dolores, y por su propia experiencia sabe que no va a ser fГЎcil manejarlos o incluso curarlos. Compasivo, se acerca a la muchacha y le da un fuerte abrazo, la besa en la cara y le murmura algo al oГ­do. El mensaje la tranquiliza.

DespuГ©s, con una seГ±al, les pide a los otros que lo acompaГ±en. El grupo cruza el pueblo a pie, entra en el bosque y poco despuГ©s se detiene frente a una higuera. Entonces el vidente habla de nuevo:

–Como en otro tiempo un árbol como este salvó mi vida, quiero salvarte de la oscuridad y del pecado. Haced un círculo tomándoos de las manos.

Ellos obedecen. El vidente se acerca y toca a su nueva amiga. Las fuerzas de los dos corazones se encuentran como una primera toma de presentaciГіn desde el comienzo:

"Era el uno de enero de 1990. Un nuevo dГ­a comenzaba, sol apacible y moderado en el amado Arcoverde. MГЎs exactamente en el barrio de San CristГіbal, cerca de la universidad local, la pareja de Gildete y Antonio Ferreira acababa de llegar del hospital donde habГ­a nacido su hermoso bebГ©. Como era la primera y probablemente la Гєltima hija, debido a complicaciones durante el parto, estaba siendo sobreprotegida por ambos. Fue la materializaciГіn del amor mutuo de la pareja, despuГ©s de cinco aГ±os de idas y venidas.

La niГ±a era una criatura encantadora y parecГ­a sonreГ­rles, aunque probablemente no podГ­a verlos. DespuГ©s de abrazarla fuertemente, la madre hizo una profecГ­a:

―Mi hija será feliz aunque sufra los caprichos del destino. Siento que algo especial va a pasar en su vida.

El padre, ateo, le dio importancia al mensaje; pero la madre, catГіlica, lo asumiГі como el camino hacia el destino. Ella creГ­a devotamente que era especial. De comГєn acuerdo eligieron el nombre de Rafaela, y asГ­ fue bautizada la semana siguiente en la iglesia del barrio. DespuГ©s la vida continuГі normalmente.

Poco a poco, Rafaela fue creciendo, gateando y luego caminando en su primer aГ±o de vida. En ese aprendizaje tropezГі, se cayГі, se lastimГі y finalmente ganГі. Estas etapas la acompaГ±arГ­an en cualquier proyecto y con un poco de dedicaciГіn, agallas y fe, ganarГ­a. "Todo ser humano estГЎ predispuesto a triunfar. Sin embargo, la mayorГ­a se rinde a la primera dificultad. Para ellos, dice "Yo soy": TГє eres capaz, y nada es imposible para los que creen en Dios. Por lo tanto, persiste en tus sueГ±os de que en un momento u otro el milagro sucederГЎ".

DespuГ©s del primer aГ±o, poco a poco, la niГ±a fue conquistando su espacio y siendo consciente de su existencia. En ese momento comienza la fase del por quГ© y los padres deben esforzarse mucho para que quede conforme o al menos calmarla. El mundo no es un tema exacto sino una infinidad de incГіgnitas que ni siquiera los adultos entienden bien. Por lo tanto, no habГ­a respuesta para todo.

De esta etapa hasta los ocho aГ±os, lo mГЎs difГ­cil fue la separaciГіn indefinida de un amigo de la escuela, que se mudaba a Sao Paulo. Rafaela pasГі dГ­as y noches de luto y se puso tan triste que tuvieron que consultar a un mГ©dico. Su salvaciГіn vino de su abuelo paterno, Gracinha, quien fue muy bueno esclareciendo la situaciГіn. Tuvieron varias sesiones hasta que se recuperГі parcialmente. ConsiguiГі reiniciar su vida, pero las cicatrices permanecieron. PodrГ­amos decir que ese hecho causГі su primera crisis de depresiГіn y que la enfermedad se mantuvo manifiesta. Por fortuna ese no fue el final".

El primer destello terminГі. El vidente separa la mano de su amiga, se mantiene pensativo, como analizando la situaciГіn y, sГіlo algГєn tiempo despuГ©s, habla.

–Te entiendo, Rafaela. Dejas que tus dolores te controlen, y a veces te sientes perdida, confundida y desesperada. Sin embargo, te garantizo que no es el fin. Debemos entregarnos al poder infinito del padre y seguir adelante. Como dice el viejo dicho: No hay un solo pelo que caiga sin su consentimiento.

–¿Quiénes sois? Nunca nadie me habló tan profundamente. (Rafaela)

–Es el hijo de Dios, Rafa. En él, el padre se complace. (Renato)

–Aldivan es uno de los pocos seres en el universo que emite luz pura. Ni siquiera los ángeles se comparan con él. (Rafael)

–Yo soy su protector especial. Fui creado especialmente junto con él. (Uriel)

–Yo soy a quien la gente rechazó y humilló hace siglos. Yo soy también la luz del sol, la brisa fresca de la mañana, el deseo más profundo del soñador. A éste que te habla se le conoce como "Yo soy", el que libera, sana y guía a los que quieren conocer al padre. (El vidente)

–¡Caramba! ¡No tengo palabras! En cierto punto, estaba en contrición y dolor ante el Todopoderoso en la catedral de la liberación. Luego te conocí y ahora estoy aquí en el pueblo de Ipojuca con un hombre que conoce mi vida, mi futuro y que se llama a sí mismo hijo de Dios, con un joven inteligente y sabio y dos seres que parecen ser de otro mundo. ¿Podría ser un sueño, un delirio o, como última posibilidad, una realidad fantástica difícil de creer? (Rafaela)

–Entonces tócame y confirma lo que tu fe no permite ―dijo el vidente extendiendo sus manos.

Rafaela Ferreira duda. ВїDeberГ­a hacerlo? Bueno, es la Гєnica opciГіn para quitarle la duda que corroe su corazГіn. Es entonces cuando, con el Гєltimo coraje que le queda, avanza tres pasos y toca con sus delicadas y finas manos el brazo del hijo de Dios. Como compensaciГіn por el buen gesto, la pellizca, lo que la hace gritar de dolor. ВЎSГ­! Ella estГЎ completamente segura ahora de que Г©l es real y de que la forma en que ha hablado puede llevarla por caminos que ella aГєn no conoce.

Al final del contacto, el vidente habla:

–Volvamos a la zona urbana del pueblo. El tiempo apremia.

El grupo se pone de acuerdo y se alejan de donde estaban (el comienzo del bosque) y regresan por el mismo camino. En este momento hay una completa comuniГіn de sentimientos entre ellos. Pase lo que pase, lo enfrentarГЎn juntos en busca de un objetivo mayor. El mundo los espera.

En veinte minutos convulsos, frente al calor, las piedras, las espinas afiladas, la soledad interior y lo imprevisible, llegan al pueblo. En una reuniГіn rГЎpida, deciden buscar un restaurante o una cafeterГ­a porque tienen sed y hambre. Mirando aquГ­ y allГЎ y preguntando a los lugareГ±os, encuentran un simple bar llamado Enchantment bar.

El establecimiento consta de una sola zona, mostrador y estanterГ­as, y un espacio con mesas y sillas. AdemГЎs de comida preparada, tienen bebidas, alimentos y utensilios de cocina. Los fines de semana ofrecen barbacoa y platos regionales por encargo.

Como aГєn no es la hora de comer hay mesas y sillas vacГ­as, se sientan y eligen algunos de los platos disponibles en el menГє, como la mandioca con carne seca, barata, de buen gusto y regional.

Piden y mientras esperan, charlan.

–¿De dónde sois? (Rafaela Ferreira)

–Soy de Arcoverde. Soy un tipo que cree en el trabajo, en las personas y sobre todo en las fuerzas benignas que me acompañan. (El hijo de Dios)

–Soy de la montaña de Ororubá, en la región de Mimoso. Allí, mi madre adoptiva, la guardiana de la montaña sagrada, y yo vivimos con dignidad, bondad y en completa comunión con la naturaleza. (Renato)

–Yo soy uno de los siete arcángeles que están siempre en la presencia de Dios, sin embargo, tengo una misión especial aquí en la tierra junto con vosotros y espero estar a la altura de las expectativas de la fuerza creadora. (Rafael)

–Yo también soy un ángel con el único objetivo de cuidar de mi amo y señor, el hijo de Dios. Se lo agradezco al padre. (Uriel)

–Nací y crecí en Arcoverde. A pesar de ser extraños, algo me dice que confíe en ti. Muchas gracias por interesarse por mí. (Rafaela Ferreira)

–Tranquila, amiga. Estamos aquí para ayudarte. (El vidente)

–Gracias. (Rafaela)

–¿Y a qué te dedicas, Rafaela? (Renato)

–Sólo estoy estudiando. Pero debo admitir que ahora no tengo ganas de hacer nada. (Rafaela)

–Debe ser la enfermedad. (Renato)

–¿Qué enfermedad? Sólo estoy deprimida. (Rafaela)

–Esto que tienes se llama depresión. Si no se trata adecuadamente, puede llevar a la locura o incluso al suicidio. (Rafael)

–Era exactamente en lo que estaba pensando cuando apareciste: saltar del primer puente. No quiero sufrir más. (Rafaela)

–Dios no lo permitiría, ni yo tampoco, porque te queremos, Rafaela. La solución a tus problemas está en mi padre y en mi nombre. ¿Lo crees? (El vidente)

–¡Ah, muy bien! ¡Haz un milagro para que pueda creerlo! (Rafaela)

–Si se lo permitieran, lo haría, Rafaela, por amor a ti. Pero piensa bien: ¿estar aquí no es un milagro? ¿Cuánto tiempo hace que no hablas honestamente con un círculo de amigos? (El hijo de Dios)

–Visto así, tienes razón. (Rafaela)

–El tiempo de los grandes milagros ya ha pasado. Estamos en la era de la apostasía, donde el materialismo y el egoísmo del ser humano son preponderantes. Sé feliz por la oportunidad que estás teniendo ahora. (Uriel)

–Ok. Perdona mi falta de educación y la tentación. (Rafaela)

–No te preocupes. Estoy preparado para entenderte. (El vidente)

Llega la comida. A partir de ese momento, el silencio sГіlo es roto por los lugareГ±os que comienzan a llegar. El grupo pasa unos treinta minutos en total armonГ­a, disfrutando del almuerzo y al final, piden algo de beber. DespuГ©s, piden la cuenta, abandonan el lugar y vuelven a llamar al conductor que los ha dejado allГ­. Esperan veinte minutos mГЎs, y con la llegada del taxi, parten hacia el amado Arcoverde. El destino los espera.




Riacho do meio (Arcoverde)


Durante el corto viaje entre Ipojuca y Arcoverde no pasa nada anormal. Se mantienen distraГ­dos la mayor parte del tiempo con interacciones y vistas. Ni siquiera parece que cada uno estГ© viviendo un drama personal: el vidente, que no se habГ­a establecido como el artista que merecГ­a ser, Rafael y Uriel porque aГєn no han cumplido su misiГіn, Renato por no ser eficiente todavГ­a y, finalmente, Rafaela Ferreira, que se enfrenta a una grave crisis de depresiГіn. Al menos, ninguno de ellos ha perdido la fe por completo. TodavГ­a hay esperanza, y esto es algo que Aldivan suele enfatizar.

En este ambiente tranquilo, regresan a la capital de Pernambuco, bajan del taxi en las cercanГ­as del barrio de Bela Vista. Son las doce y media, y se quedan esperando el autobГєs en una de las carreteras.

Mientras esperan, aprovechan para tomar un poco de sol y escuchar mГєsica que viene de cerca. Todo era perfecto. La mГєsica se detiene, llega el autobГєs, se suben a Г©l, una bestia azul, y continГєan el viaje.

A una velocidad normal, llegan a la carretera que ahora estГЎ muy transitada. Son diecisГ©is kilГіmetros mГЎs hasta el pueblo de Riacho do Meio, donde el vidente y sus amigos van a visitar a un amiga.

Como de costumbre, aprovechan la oportunidad en el vehГ­culo para hacer amistad con otros pasajeros y con el conductor. Todos ellos son buenos conocedores de la zona por hacer ese viaje con frecuencia.

Desde noticias generales hasta polГ­tica y religiГіn, los temas son bien discutidos, y todos se rГ­en. QuГ© bueno es vivir, tener amigos, charlar y olvidar las preocupaciones por un tiempo. Esto es extremadamente importante para la salud mental de todos.

Y asГ­, avanzan por la carretera, bajando por la montaГ±a, pasan por el sitio Quince y algГєn tiempo despuГ©s llegan al pueblo que se encuentra en el lГ­mite entre Arcoverde y Pesqueira. Se bajan cerca de un huerto de anacardos, pagan el pasaje, se despiden, toman el camino y se dirigen a la pequeГ±a aldea.

Con unos pasos mГЎs, llegan a la Гєnica calle y avanzan a la derecha hasta llegar al quincuagГ©simo edificio, una casa estilosa, de 8x4В m, puerta y ventana de cedro, con un pequeГ±o espacio delante. El vidente entonces comienza a golpear y a gritar:

–¡Lady Eulalia! Estoy aquí!

Al mismo tiempo se escucha el sonido de pasos y desde el interior de la modesta casa, llega una seГ±ora blanca de mediana edad, delgada, bronceada, de 1,65В m de altura. Ella sale con una sonrisa en la cara reconociendo al niГ±o que conociГі en otro tiempo, en la estaciГіn de autobuses y que le hizo creer que era importante. QuГ© bueno es eso, piensa para sГ­ misma. Entonces ella dice:

–Aldivan, ¿estás aquí? ¿Y quiénes son esas personas que están contigo?

–Sí, soy yo, lady Eulalia. Estos son mis compañeros de aventura. Son Renato, Rafael, Uriel y Rafaela ―dijo el hijo de Dios señalando a cada uno de ellos.

–Oh, encantada de conoceros. Bienvenidos. ¡Por favor, entrad!

–Gracias. (Todos)

Aceptando la invitaciГіn, entran a la pequeГ±a casa de mamposterГ­a. La casa consta de un Гєnico salГіn, comedor, dormitorio, cocina y baГ±o. En el salГіn se sienten como en casa en un sofГЎ de cinco plazas y una silla.

La anfitriona es la primera en hablar:

–Muy bien, estaba pensando en ti, hijo mío. Cuando nos conocimos por primera vez, tus palabras me hicieron mucho bien. Hoy en día, estoy tranquila, viviendo de mi pensión. De vez en cuando, mis nietos me visitan y cuando eso sucede es una fiesta.

–Qué bien que pude ayudarte de alguna manera. Traje a esta jovencita aquí (señalando a Rafaela) para que tengáis una charla. Sufre de depresión. (El vidente)

–Será un placer para mí. ¿Cómo estás Rafaela? (Eulalia)

–Estoy sobreviviendo, gracias. (Rafaela).

–La conocimos en la iglesia de la Liberación, en Arcoverde. Ella despertó nuestra atención. (Rafael)

–¿Por qué?

–Explícaselo, hermano. (Rafael)

–Estaba llorando y se sentía perdida. (Uriel)

–Así que decidimos ayudarla. (Añadió Renato)

–Eso demuestra la grandeza de vuestros corazones. Os admiro. Pero, ¿podríais explicar la razón de todo esto? (Eulalia)

–Eso también lo pido yo. (Prosigue Rafaela)

–Mi padre me llamó a la misión. De alguna manera, estoy ligado a Rafaela y ella a mí. Somos almas hermanas desde el principio y no escatimaré esfuerzos para ayudarla. De cualquier manera, siempre lo hago, lo merezca la persona o no ―explicó el hijo de Dios.

–Gracias. (Rafaela)

–Es realmente honorable. ¡Felicitaciones! Dime, compañera, ¿cuánto tiempo hace que te sientes así? (Eulalia)

–No estoy muy segura. Ya he pasado por muchas crisis, aparentemente por cosas banales. Debo admitir que si no fuera por el hijo de Dios que me rescató, estaría muerta, probablemente saltando de un puente. (Rafaela)

–No hables así. Eres joven, tienes muchas razones para vivir y tienes mucha suerte. Así que, ¡sonríe! (Eulalia)

–Es lo que siempre le estamos enfatizando. (Rafael)

–"De hecho, no es el fin. Veo buenos tiempos, de recogimiento espiritual, de descubrimientos y de felicidad". Palabra de Yahvé. (Uriel)

–Amén. ¡Ayúdame Señor! (Rafaela)

–Él está ayudando, amiga mía. ¡Ten fe! (El hijo de Dios)

–¡Yo lo creo! (Renato)

–Yo también lo creo. ¡Enséñame! (Rafaela)

El vidente se pone de pie, se acerca a la joven y le da un gran abrazo. Apoyando la cabeza en el pecho de su seГ±or, hermano y amigo, es consciente de que ningГєn mal vendrГЎ a ella. Esta creencia la calma, y la emociГіn del momento la hace llorar.

El hijo de Dios se agacha y seca delicadamente sus lГЎgrimas. En este momento se promete a sГ­ mismo, a su padre y a todo el universo, que en su reino futuro no habrГЎ lugar para el sufrimiento, el dolor o incluso la muerte. En ella, los humanos estarГЎn completamente felices y adorarГЎn a su padre en el monte Sion. A diferencia de los reinos humanos, habrГЎ igualdad de derechos y las personas no serГЎn prejuzgadas por el color de su piel, raza, religiГіn, elecciГіn sexual o cualquier otra razГіn. Todos serГЎn hijos del mismo padre.

Cuando se da cuenta de que Rafaela se ha calmado, termina el abrazo y se vuelve a sentar. La anfitriona habla de nuevo:

–¿Queréis algo de beber o comer?

–Gracias, lady Eulalia. Nos vamos. ¿No es así, chicos? (El vidente)

–Sí. (Los otros están de acuerdo)

–Muchas gracias por la charla y la hospitalidad. (El vidente)

–De nada, ven de visita cuando quieras. Buena suerte, Rafaela. Que Dios te bendiga. (Eulalia)

–Gracias, señora, por sus palabras de consuelo. (Rafaela)

Todos se abrazan y finalmente se despiden. Se dirigen a la puerta y salen a la calle. DespuГ©s de caminar unos metros, Rafaela se acerca a su amado y le dice:

–¡Estoy lista! Tócame!

El hijo de Dios sonrГ­e. Lleva mucho tiempo esperГЎndolo. Delicadamente, se acerca y estira el brazo tocando el vestido de ella. Inmediatamente, ella siente una fuerza misteriosa que la cura y descubre sus secretos mГЎs Г­ntimos. "Toma dos":

"Rafaela siguiГі creciendo rГЎpidamente: la dulce niГ±a, inteligente e inquisitiva, se convirtiГі en una muchacha con las mismas cualidades. En la vida familiar mantuvo una buena relaciГіn con sus padres, y en la vida social se mantuvo activa, asistiendo a los principales eventos y siendo respetada por sus valores y su forma de ser. En el aspecto intelectual, destacГі en su clase, aprobando la escuela primaria y secundaria con honores.

Sin embargo, ese mal presentimiento permaneciГі en su interior sГіlo esperando el momento adecuado para emerger de nuevo. Es un fenГіmeno recientemente descubierto, pero que existe desde el principio de los tiempos, habiendo obtenido en los Гєltimos tiempos el estatus de enfermedad. Sus sГ­ntomas mГЎs comunes son: tristeza profunda, sentimiento de culpa, dificultad para dormir y concentrarse, baja autoestima e ideas suicidas. Rafaela Ferreira sintiГі la mayorГ­a de ellos en su crisis.

El segundo evento para iniciar de nuevo la enfermedad, fue el examen de admisiГіn a la universidad. DespuГ©s de un aГ±o de intensa preparaciГіn, Rafaela realizГі varias pruebas en universidades pГєblicas de la capital. Los resultados salieron simultГЎneamente un mes despuГ©s, y ella habГ­a suspendido todos. Esto le causГі una gran conmociГіn, incluso a pesar de las pocas posibilidades. Deja que te explique: por ser pobre, Rafaela siempre habГ­a asistido a escuelas gubernamentales bГЎsicas, donde la enseГ±anza era de un nivel mГЎs bajo que en las escuelas privadas. A pesar de que era inteligente, ese hecho era indiscutible. El otro factor importante fue la falta de material de estudio durante la preparaciГіn del examen. Sin embargo, con todo en su contra, esperaba algo bueno o un milagro, y el fracaso total fue un shock, aunque era lo mГЎs probable.

A partir de entonces, pasГі dos semanas en casa, aislada y sufriendo hasta que un compaГ±ero de escuela la visitГі, quien tambiГ©n habГ­a reprobado los mismos exГЎmenes. En una charla honesta, se consolaron mutuamente y se prometieron seguir adelante. Al final, eran jГіvenes, y por fallar los exГЎmenes no iban a calificarlos para siempre como incompetentes. No hay fracaso ni Г©xito definitivo. La vida estaba llena de altibajos, y el secreto de la felicidad consistГ­a en creer siempre en una salida.

Ambos reiniciaron sus vidas"

El vidente quita la mano. ВЎCuГЎnto ha sufrido esta joven! No es justo para ella ni para nadie vivir con tantos fracasos y dolor. Es entonces cuando, con una mirada penetrante, se pone frente a ella y al grupo, y declara:

–Sé mejor que nadie lo que está sufriendo. En mi infancia, viví la pobreza a diario, la incomprensión, la sumisión y la injusticia humana. En mi adolescencia, para no herir a mis familiares, creé una personalidad y por consiguiente no viví la vida en plenitud. Tiempo después, llegué al extremo de la oscuridad y la criminalidad. Fue en ese momento cuando el padre actuó y me rescató. Hoy soy un hombre renacido, honesto y feliz. ¿Hay algún secreto? Es muy fácil. Tomad vuestras cruces, renegad del mundo, entregaos a la fuerza viva del universo, a la que normalmente llamamos Dios. Él es el único que nos entiende completamente. Él te está llamando ahora para que entres en su reino. En él no habrá miseria, dolor, sufrimiento o injusticia. Este reino no terminará.

–Sí. El camino está abierto para todos, justos o pecadores. (Rafael)

–Grandes y pequeños se reunirán en el monte Sión y adorarán al padre y a los hijos. Será un tiempo de paz y felicidad. (Uriel)

–¿Cuándo será eso? (Renato)

–La fecha está marcada desde el principio de los tiempos, pero pertenece al Todopoderoso. El día vendrá como el ladrón en la noche y, sin embargo, es necesario estar preparado ―recomienda el hijo de Dios.

–¿Qué debo hacer para entrar en el reino del padre? (Rafaela Ferreira)

–Algunas cosas son necesarias. Trabajo, fe, humildad, caridad, tolerancia, paciencia, perdón y sobre todo amor. Quien no conoce esto último, no tiene la esencia de Dios. (El hijo de Dios).

–Gracias por compartir esto con nosotros, amigo Aldivan. (Dijo Rafaela, terminando la charla).

El grupo siguiГі adelante hacia la carretera, al lado de la BR-232. Sin mГЎs preГЎmbulo, cubren la distancia en unos ocho minutos. Esperan a que llegue el autobГєs, lo que les lleva otros cuarenta minutos.

SГіlo hay seis kilГіmetros para llegar al inicio de CaraГ­bas y pasan tan rГЎpido que no hubo tiempo para conocer a otros pasajeros. Bajan, se despiden, pagan el pasaje, cruzan la carretera y comienzan el ascenso en forma de curva.

En este punto todo parece cambiar.




CaraГ­bas (Arcoverde)


El suelo desaparece bajo sus pies. Los ГЎngeles actГєan rГЎpidamente y sostienen a los humanos. Aun asГ­, una poderosa fuerza los empuja hacia el abismo a gran velocidad. En cuestiГіn de segundos, caen en un espacio oscuro, frГ­o y desierto. ВїQuГ© pueden hacer? ВїDГіnde van a terminar? En este momento, la esperanza y la fe de todos se ven sacudidas, pues estГЎn agonizantes sin ser rescatados.

El tiempo pasa, y siguen cayendo. En un tiempo imposible de medir, tal es su percance, pueden ver el final: a la derecha una cruz, y a la izquierda una inmensa oscuridad; en el centro Seol, lleno de espГ­ritus malignos atormentados. A medida que se acercan, el choque de las fuerzas opuestas se hace enorme, como hace cinco aГ±os, en la primera aventura de la serie "El vidente".

Justo antes de estrellarse contra el suelo, el hijo de Dios, inspirado por el EspГ­ritu Santo, comienza a recitar la siguiente oraciГіn: "Padre, te pido que actГєes. Estamos en profunda contriciГіn, desdicha y peligro y no tenemos a nadie a quien recurrir. RecuГ©rdanos ahora tal como recordaste y te compadeciste de NoГ© y de los esclavos israelitas. Ruego por tu amor, comprensiГіn y por la misericordia de la bendita cruz que nos ha liberado del pecado y abierto las puertas a la vida eterna. AmГ©n".

A casi un milГ­metro de la caГ­da, la fuerza de atracciГіn cesГі. Los ГЎngeles voltearon sus alas y comenzaron a volar de nuevo. Comenzaron el camino de regreso a la velocidad de la luz. En seguida, salen del abismo y este desaparece sin dejar rastro. Como por arte de magia, se encuentran en la ascensiГіn en zigzag de CaraГ­bas, justo al principio. Rafaela no se contuvo:

–¡Dios mío! ¿Qué fue eso?

–Era una ilusión causada por una poderosa mente maligna. Si no fuera por la oración del vidente, estaríamos perdidos ―explicó Rafael.

–¿Cómo, Aldivan? ¿De dónde te viene la inspiración? (Rafaela Ferreira)

–Lo explicaré. A través del fenómeno de la comunión, Yahvé y yo estamos entrelazados de tal manera que mis palabras se convierten en las suyas. No hay diferencia. (Aldivan)

–¡Increíble! Nunca escuché nada parecido. Aunque puede parecer una blasfemia, lo creo. (Rafaela)

–Qué buena amiga, estás empezando a comprender la grandeza de este corazón que un día conquistará el mundo. (Renato)

–No existo sin él (Uriel)

–Gracias a todos y especialmente a mi amigo el arcángel Uriel Ikiriri. En los momentos más difíciles de mi vida, ha sido una herramienta del Todopoderoso que me ha apoyado y liberado. No tengo más que decir. Soy el único humano que conoce a su ángel guardián, que conoce su propio futuro y que penetra en el alma humana. Estoy bendecido. (El vidente)

–Me gustaría ser como tú. (Dice Rafaela en tono melancólico)

–No quieras serlo. Cada ser humano es bello por sus propias características. Dios te ama tal como eres y sólo espera un sí para actuar en tu vida. (El vidente)

–Lo entiendo. Discúlpame. (Rafaela)

–No te preocupes. Yo te entiendo. (El hijo de Dios)

–Gracias. (Rafaela)

–Continuemos entonces. Todavía queda un largo camino por recorrer. (Aldivan)

El grupo obedece. La caminata continГєa. Unos metros despuГ©s, giran la curva y siguen adelante. En el camino, se encuentran con dos coches privados que salen del pueblo, algunos jinetes y un ciclista. Como son corteses, los saludan y continГєan caminando. A poca distancia, aparecen las primeras casas y la pendiente se allana. El vidente se detiene, al igual que los demГЎs, y aprovecha para hablar con sus compaГ±eros de aventura:

–¿Veis todo este lugar? Es un terreno espléndido con características peculiares, esto es un poco de la caatinga del interior. Todos los días durante un año, sudé caminando por aquí. Sin embargo, eso no me hizo menos digno. Por el contrario, me sentía honrado de desempeñar mi papel como asistente administrativo en la secretaría de la escuela.

–Nunca he trabajado. Pero entiendo lo que dices. De hecho, es bueno ser útil, lo que no soy ahora. (Rafaela)

–No hables así. Tienes una hermosa familia que te ama y al padre espiritual también. Ahora, nos tienes como amigos. ¿Lo ves? No eres inútil. Eres importante para los que te rodean. (Aldivan)

–Tus palabras…, me emocionan… (Rafaela Ferreira solloza)

Todos se emocionan. Instintivamente, se acercan y la abrazan. Le ponen tanto Г©nfasis que Rafaela se siente sofocada. Por primera vez en mucho tiempo, se siente completamente amada, lo que es medicina sagrada para su problema de depresiГіn.

Cuando se calma, se separan de nuevo, y la conversaciГіn continГєa durante un rato mГЎs:

–¡Así es como debe ser! Somos un gran equipo con un objetivo común: desentrañar los complejos entresijos del excitante destino. ¡Estamos contigo, vidente! (Renato)

–Gracias. ¿Puedo confiar en vosotros también, mis queridos arcángeles? (Aldivan)

–¡Siempre! Tu padre Yahvé nos guía en todo momento. Es su voluntad. (Rafael)

–"En la noche más oscura, cuando todos digan que no, cuando no haya salida, te rescataré. En ese momento, mostraré una camino luminoso, claro y viable. A partir de entonces, la felicidad reinará en tu vida porque yo soy Yahvé, el verdadero Dios. Palabra de Yahvé". (Uriel)

–Eso me pasó a mí. Conmovedor. (El vidente)

–Así es como me siento. Cuenta conmigo para cualquier cosa. (Uriel)

–Gracias. Cuenta conmigo también. Aldivan)

–¿Podemos continuar? El tiempo apremia, es casi de noche. (Señala Rafael)

–Sí, vámonos. (El vidente)

El paseo se reanuda. Recorren rГЎpidamente y a ritmo constante los quinientos metros que los separan del pueblo. Pasean por las primeras calles y giran a la derecha, otros cincuenta metros mГЎs adelante llegan a una residencia de estilo chalet, de 6x13В m, con un patio delante y al lado un garaje lateral, de mamposterГ­a lisa y enlucida con paredes blancas pintadas, con el nГєmero treinta y cinco escrito en una placa de madera. Cuando se acercan a la puerta, llaman y esperan a que alguien les conteste. Aparece una joven rubia, de estatura mediana y mejillas sonrosadas, llamada Jackeline. La misma de la aventura anterior, "El Encuentro de Dos Mundos". Ella dice:

–¿Eres tú, vidente? ¡Cuánto tiempo!

–Sí. Estoy en mi quinta saga de la serie El Vidente. Y tú, ¿cómo has estado? (El hijo de Dios)

–Bien. ¿Quiénes son estas personas que están contigo? (Jackeline)

–Son mis amigos, Rafael, Uriel y Rafaela Ferreira. A Renato ya lo conoces. (Aldivan)

–Sí, por supuesto. Encantado de conoceros, chicos. (Jackeline)

–Un placer. (El resto, simultáneamente)

–Disculpad mis modales, por favor, entrad. (Jackeline)

–Gracias. (El vidente)

El grupo entra junto con Jackeline y, como sus padres estГЎn de viaje, ella actГєa como anfitriona. Se sientan en el sofГЎ de siete plazas del salГіn.

Eran exactamente las seis de la tarde y aprovechГі para invitarlos.

–¿Y si vamos a la cocina? Debéis tener hambre.

–Un poco. ¿Qué opináis, muchachos? (El hijo de Dios)

–Estoy de acuerdo. (Renato)

–Yo también. (Rafaela)

–Vamos. (Rafael)

–Sí. (Uriel)

Aceptada la invitaciГіn, dejan la entrada, van por el pasillo y llegan a la cocina. Se sientan alrededor de la mesa principal, mientras Jackeline prepara tГ© y galletas para la merienda. HabrГ­a preparado una cena pero no habГ­a tiempo y tampoco esperaba visitas. Cuando todo estГЎ listo, ella les sirve y el vidente aprovecha la oportunidad para hablar.

–Mira, quiero pedirte un favor, Jack. ¿Podrías acogernos esta noche? Ya es tarde, y no tenemos conocidos aquí.

–No te preocupes. Tengo camas y colchones disponibles para todos. Será un placer ―dijo ella.

–Gracias. ¿Sigues trabajando como enfermera? (Aldivan)

–Sí, ¿y tú en tu gran aventura como escritor? (Jackeline)

–Sí. Me encanta mi trabajo. La gente como Rafaela me inspira a continuar. (Aldivan)

–¿Qué te pasa, querida? (Jackeline)

–Me siento un poco desganada y triste por algunas cosas. (Rafaela)

–Entiendo. Estás deprimida. Has hecho una excelente elección al elegir acompañarlo. Aldivan tiene palabras de vida. (Jackeline)

–Y tú, Renato, ¿cómo estás? Has crecido. (Jackeline)

–Bueno. Este año termino los estudios de medicina y deseo continuar estudiando en la facultad. Ya he tenido algunos coqueteos… ―dijo el joven.

–Jajaja ―riendo― ¡Muy bien! ¿Y tú, Aldivan? ¿Ya has encontrado el amor? (Jackeline)

–Todavía no, pero lo estoy buscando. Quién sabe si algún día lo pueda encontrar. De todas formas, aparte de eso, soy un hombre realizado y feliz en mi carrera y trabajo. (Aldivan)

–Es verdad. Si hay una persona que es feliz y lo merece, ese ser se llama Aldivan Teixeira Torres, y no lo digo porque es mi protegido. Mi juicio es imparcial. (Uriel Ikiriri)

–Aldivan es la rosa entre espinas. Entre los humanos no hay nadie como él. Su grandeza es tan grande que Dios lo considera como su hijo. (Rafael)

–Estoy orgulloso de ser su compañero de aventura. (Renato)

–Y yo de tenerlo como amigo. (Jackeline)

–Lo mismo digo. (Rafaela)

–Gracias a todos. Vosotros, junto con toda la humanidad, sois importantes para mí, ¡aunque a veces no lo merezcáis! (El hijo de Dios)

Todos se acercan a Aldivan y lo abrazan. En ese momento mГЎgico, se sientes como verdaderos hijos de Dios, amados y protegidos. El abrazo dura el tiempo suficiente para que se sienta el calor humano. DespuГ©s, rompen el abrazo y siguen tomando el tГ© y las galletas.

Cuando terminan salen de la cocina, regresan a la sala de estar y se dedican a otras actividades. Entre ellas ver la televisiГіn, escuchar buena mГєsica en la radio y charlar. Esto los mantiene entretenidos hasta la hora de acostarse, siendo exactamente a las diez de la noche. Buenas noches a todos.




Mimoso (Pesqueira)


La noche y el amanecer pasan sin sobresaltos y finalmente el dГ­a comienza. Uno a uno, los miembros del grupo se despiertan y la anfitriona tambiГ©n. Mientras esta Гєltima prepara el desayuno, los otros se turnan para baГ±arse en el Гєnico baГ±o. Como son muchos, se apresuran y terminan en una hora. DespuГ©s, se dirigen a la cocina y allГ­, para deleite de todos, el desayuno estГЎ listo. Se sientan alrededor de la mesa y como la noche anterior, Jackeline les sirve rГЎpidamente.

En un ambiente acogedor y tranquilo, disfrutan de las delicias tГ­picas del interior noreste, como la yuca con carne seca, el cuscГєs, la tapioca y los panecillos. Todo preparado por las manos de nuestra amiga Jackeline. Al mismo tiempo, aprovechan la oportunidad de conocerse mejor.

–Felicitaciones, Jack. ¿Con quién aprendiste a cocinar tan bien? (El vidente)

–Gracias. Con mi madre. Ella es una excelente cocinera ―responde Jackeline.

–¿Me das la receta después? El aderezo es realmente excelente. (Rafaela)

–Por supuesto. No hay secreto. Es sólo poner los ingredientes en la cantidad correcta. (Jackeline)

–Ok. (Rafaela)

–¿Qué has estado haciendo desde que nos separamos? (Renato)

–Vida sencilla, como siempre. Con mi trabajo de funcionaria, las tareas domésticas y de viaje en vacaciones, porque nadie está hecho de acero. ¿Qué hay de los libros? ¿Has tenido mucho éxito ya?

–Estamos haciendo un buen trabajo. Los frutos, los cosecharemos más tarde. (Renato)

–¡Muy bien! (Jackeline)

–¡Muy bien, Jackeline! Eres el ejemplo de una persona que sabe cómo disfrutar de la vida. ¡Refléjate en ella, Rafaela! (El vidente)

–Por supuesto que sí. Ya se ha ganado mi admiración. (Rafaela)

–Gracias. ¿Y vosotros, Rafael y Uriel, cuándo entrasteis en la vida del vidente? (Jackeline)

–Siempre fuimos parte de su vida, pero sólo recientemente Dios nos permitió revelarnos. Somos arcángeles y estamos siempre en la presencia de Dios ―explica Rafael.

–¿Arcángeles? ¿Aquí en la tierra? ¿Cómo es posible? ¿Y por qué? (Pregunta la incrédula Jackeline)

–Simplemente, yo soy el ángel guardián específico de Aldivan, soy un Ikiriri, y fui creado junto con él. Estamos viviendo tiempos importantes y decisivos y nuestra presencia es necesaria aquí en la tierra. (Uriel)

–Genial. Me gustaría tener la oportunidad de conocer a mi ángel. Creo que eso cambiaría mi vida completamente. (Jackeline)

–Yo también. (Rafaela Ferreira)

–Estamos en todas partes. Cada persona de una manera u otra está en contacto con su ángel. Sólo es necesario prestar atención a las señales. (Rafael)

–¿Por ejemplo? (Jackeline)

–¿Has oído alguna vez esa voz interior que te guía y te aconseja? Los humanos lo llaman intuición. (Rafael)

–Sí. En cierta medida, sí. (Jackeline)

–Yo también. Varias veces. Aunque a veces algunas voces nos influencian mal. (Rafaela)

–En ese caso son mensajeros, también conocidos como demonios. Pertenecen a las tinieblas, actúan en los puntos débiles de la persona, sirven a los propósitos del señor de las tinieblas. (Uriel)

–Fue lo que me pasó a mí. Esas voces casi me llevan a la perdición. Sin embargo, en el momento que más lo necesitaba, las fuerzas de la bondad se hicieron presentes y me liberaron. (Aldivan)

–Es exactamente lo que necesito ahora. Necesito esa fuerza restauradora para seguir adelante, viviendo con expectativas. ¡Enséñame, hijo de Dios! (Rafaela Ferreira)

El hijo de Dios se emociona y se pone de pie, frente a todos. Rafaela es otra persona angustiada, desesperada y perdida, que estГЎ pidiendo a gritos ayuda y, con su experiencia, Г©l sabe lo doloroso que es sentirse solo en la vida. Por un momento, mira hacia su interior y espera una respuesta de su padre que tanto lo ama. Sabe que si lo pide, le escucharГЎ, porque en Г©l YahvГ© Dios encontrГі su placer.

Con voz segura y firme, dice a sus amigos:

–Hermanos míos, tened fe en mí. Dios Yahvé es omnipotente, omnipresente y omnisciente, y aun teniendo tantos atributos, nos ama como a niños. La única condición es que sigamos sus mandamientos escritos en la Biblia y actualizados en el bestseller El código de Dios. Lo demás sucede en consecuencia.

–Yo quiero. ¿Cómo puedo entrar en el reino de Dios? (Rafaela Ferreira)

–Nuestro reino es el reino de la justicia, la paz y el amor y está abierto a todos. Mi misión ahora es buscar gente, difundir el mensaje de Dios y esperar que se propague por sí mismo. Tú eres parte de ese proyecto. ¿Aceptas? (El hijo de Dios)

–Sí. (Rafaela Ferreira)

–Entonces, de ahora en adelante, tú eres la primera apóstol. Necesitamos once más para completar el equipo. Bienvenida. (El vidente)

–Gracias. (Rafaela)

–Yo también quiero. (Renato)

–¿Y nosotros? (Jackeline)

–Vosotros sois parte de otro plan. Mis apóstoles son todos aquellos que necesitan mi ayuda urgente, especialmente los pecadores ―explicó el hijo de Dios.

–Según la tradición, hay doce que se convertirán en millones. (Rafael)

–Que se cumpla la profecía. (Uriel)

–Gracias a todos. (El vidente)

Dicho esto, el vidente se retirГі de la mesa y todos siguieron comiendo. DespuГ©s de la comida, finalmente se despiden, toman sus maletas y se van de la casa. Ahora, hacia Mimoso-Pesqueira, un pueblo a unos doce kilГіmetros de donde estГЎn. Es allГ­ donde todo comienza.

Al llegar a la calle, intentan disfrutar de los Гєltimos minutos en la maravillosa tierra de la querida CaraГ­bas, llamada sugestivamente Carabais en el libro El encuentro entre dos mundos y en Las fuerzas opuestas, el misterio de la cueva. La razГіn del cambio de nombre fue la preservaciГіn de este lugar mГЎgico, rodeado de belleza, pero ahora esto no es tan importante. "Yo soy" estГЎ dispuesto a revelarse en la persona de Aldivan Teixeira Torres.

Caminan por el centro, giran a la izquierda y siguen la Гєltima calle en direcciГіn a la carretera asfaltada que les lleva de nuevo al borde de la carretera BR-232. Cuando ya estГЎn a una distancia segura y nadie les ve, Rafaela dice:

–¡Estoy lista! ¡Tócame, hijo de Dios!

Aldivan no contesta. Mientras los demГЎs esperan su reacciГіn, Г©l se acerca a su primera apГіstol y la abraza gentilmente. DespuГ©s, se aleja, se concentra y estira el brazo de nuevo, hasta tocar la punta de su cabello. En ese momento, el suelo tiembla, la oscuridad de la revelaciГіn llega a todos ellos y abre acceso otra parte de la historia de su querida amiga:

"Rafaela siguiГі adelante con su vida despuГ©s del fracaso del examen de admisiГіn. DejГі temporalmente de matricularse en la facultad para no enfrentar las dificultades y concentrarse en las tareas domГ©sticas y en los esporГЎdicos eventos sociales. Sin saberlo, era allГ­ donde estaba el peligro. En una de esas salidas conociГі a Marciano Fonseca, un joven de cuarenta aГ±os que decГ­a ser soltero. Empezaron una relaciГіn, con algunas visitas a su casa. Con el tiempo, la relaciГіn se volviГі sГіlida, hicieron el amor por primera vez y luego Rafaela le pidiГі conocer a su familia, para comprometerse. A partir de ese momento, todo cambiГі. Marciano Fonseca prГЎcticamente desapareciГі y, cuando aparecГ­a, ponГ­a excusas poco convincentes a las demandas de su novia. Desencantada, Rafaela sospechГі y presionГі aГєn mГЎs. Fue entonces cuando Г©l explotГі y confesГі todo: era un hombre casado con hijos y no podГ­a comprometerse. Nada tenГ­a sentido despuГ©s de este profundo engaГ±o que ella sufriГі. Fue entonces cuando conociГі a este grupo encantador, liderado por el vidente que le prometiГі ayudarla. El comienzo de una nueva historia".

El vidente quita la mano y con una sonrisa exclama:

–¡Vamos hermanos! Ya no hay lugar para la tristeza. Lo pasado, pasado está. Ahora os prometo un gran compromiso con vuestras causas. Acompañadme al destino, apóstol y amigos.

Nadie dice nada, el vidente comienza a caminar de nuevo e instintivamente todos le obedecen y le siguen. Empiezan a bajar por la curva de CaraГ­bas. Por la maГ±ana el sol no es muy fuerte.

Revisitando paisajes conocidos, tocando con la punta de los pies ese lugar encantador, avanzan por las curvas del destino. De buen humor, el kilГіmetro y medio de distancia se hace muy corto. Y asГ­, lo recorren en veinte minutos.

Al borde de la carretera, esperan a que llegue un autobГєs. Afortunadamente, uno viene pronto, suben y en cuestiГіn de minutos se encuentran en el centro de Mimoso. Bajan, pagan el pasaje y se despiden. Comienza una nueva historia.

El grupo avanza, pasa la plaza de Joaquim de Brito, gira a la derecha, sigue recto y llega al centro. Pasan unas cuantas casas del lado derecho y se detienen en el nГєmero veinte. Llaman a la puerta. En un instante, abre una mujer alta, rubia, guapa, de cuerpo normal, con gafas de sol, gorra, sandalias, bermudas blancos, camisa de punto y bragas azules que se ven a travГ©s de la ropa con transparencias. Con una sonrisa cautivadora, empieza a hablar:

–¡Dios mío! ¡El vidente, Renato y sus compañeros en mi casa! ¡Qué honor! ¿En qué puedo ayudaros?

–¡Hola, Bernadete Sousa! ¿Todo bien? Mis amigos y yo te pedimos permiso para tener una charla contigo. He oído que no estás bien. (El vidente)

–Oh, gracias. ¡Por favor, entrad!

La anfitriona entra seguida de los visitantes. Con seis habitaciones (dos dormitorios, salГіn, baГ±o, cocina y comedor), es una tГ­pica casa de tamaГ±o mediano. Se instalan en el salГіn, amueblado con un sofГЎ, estanterГ­as, equipo de sonido y una pequeГ±a mesa. EstГЎ decorado con cuadros, cortinas y estatuillas hasta el Гєltimo milГ­metro.

Con un poco de esfuerzo caben en el sencillo pero mullido sofГЎ. Entonces comienza la conversaciГіn:

–¿Y tú, Aldivan? ¿No me presentas a tus amigos? (Bernadete)

–Sí, por supuesto. Te ruego me disculpes. Esta es Rafaela Ferreira, una amiga de Arcoverde, estos dos son Rafael y Uriel―, dice señalando a cada uno de ellos. (El hijo de Dios)

–Encantada de conoceros. Bienvenidos todos. (Bernadete)

–Gracias. (Los otros, simultáneamente)

–¿Cómo estás? (El vidente)

–Ya lo sabes, aún no me he recuperado. Todo es muy reciente. (Bernadete)

–¿Qué ha ocurrido? ¿Cuál es su problema, maestro? (Rafaela)

–Bernadete Sousa fue víctima de una violación. Como consecuencia, quedó embarazada y, bajo la presión de sus padres, que querían verla casada y virgen, se fue de casa y tuvo un aborto. Esto sucedió hace tres días. (El hijo de Dios)

–Lo siento mucho. (Rafaela)

–Gracias. (Bernadete)

–Hemos venido aquí para invitarte a hacer un viaje con un destino indefinido.

–¿Con qué objetivo? (Bernadete)

–Para mostrarte a Dios. (Uriel)

–No lo sé. Dios parece haberme olvidado, porque permitió que esa bestia me violara. Desde entonces, mi vida se ha convertido en un infierno y yo no lo merecía ―dijo Bernadete con amargura.

–¡No repitas eso! Mi padre nunca permite que sucedan cosas malas. No podemos hacer a Dios responsable de las acciones de una parte delincuente de la humanidad. Yo lo vi. Yo estaba allí, al principio de todo. Dios hizo un acuerdo con el universo, que él no interferiría con nada que sucediera. Esto es una consecuencia del libre albedrío ―explicó el hijo de Dios.

–Entonces, ¿a quién debo hacer responsable?, ¿al destino? Explícamelo, por favor. (Bernadete)

–El destino es también una fuerza creadora. Tampoco puedo hacerlo responsable, porque nosotros somos responsables, en gran medida, de nuestra felicidad. (El vidente)

–Entonces no sé qué decir. (Bernadete)

–Fue una fatalidad. Debe ser superada para que continúes tu vida con la cabeza bien alta. (Rafael)

–En cuanto al aborto, te entiendo. (Renato)

–¿De verdad, Renato? Eso no es lo que hace la mayoría de la gente. Ya he sido juzgada y condenada por ellos. (Bernadete)

–Lo sé. Pero no soy como el resto del mundo. (Renato)

–Qué bueno. Gracias. (Bernadete)

–¿Qué piensas, hijo de Dios? (Uriel)

–La vida para mí y para mi padre es sagrada, sea cual sea la situación. Pero me enviaron aquí para decir que no condeno. Estoy aquí para llamarte a mi confluencia e iluminar la oscuridad de tu pecado con mi luz y la de mi padre, ¿aceptas? (El vidente)

–Sí, no sé cómo, pero te necesito, a tu persona. Tus palabras me llenan de esperanza y expectativas. ¿Qué debo hacer? (Bernadete)

–Únete a Rafaela y conviértete también en mi apóstol. Pronto haremos un interesante y enriquecedor viaje por este mundo. ¿Te parece bien? (El vidente)

Bernadete piensa un momento. Гљltimamente, su vida se reduce a su trabajo como sirvienta municipal y su dolor privado. Todo parecГ­a perdido hasta este momento. ВїSerГ­a un error aceptar la propuesta? Ella no lo sabe, pero por lo poco que sabe de Aldivan, Г©l es digno de confianza, un sГ­mbolo de tenacidad, agallas y lucha. Sus dudas se disipan.

–¡Quiero! Parecerá una locura, pero creo que es mi única oportunidad. ¿Cuándo nos vamos? (Bernadete)

–Ahora mismo. (El hijo de Dios)

–Espera un momento. Necesito tiempo para bañarme y hacer las maletas. (Bernadete)

–Está bien. (Aldivan)

Bernadete se va a prepararse para el viaje. Mientras, la conversaciГіn continГєa animada en el salГіn sobre otros temas. AlgГєn tiempo despuГ©s, la anfitriona vuelve al salГіn y, estando todo listo, se marchan. Salen, cierran la puerta con llave y vuelven a la calle.

Pasan por el centro, giran una esquina y se dirigen a la pequeГ±a capilla de San SebastiГЎn. AllГ­ hacen una parada. El vidente aprovecha para decir:

–Renato, ¿te acuerdas? Fue aquí donde comenzaron nuestras aventuras, un loco viaje a través del tiempo. Tuve una experiencia en el desierto, me enfrenté a fantasmas y hombres endemoniados, luché en la batalla final y sobreviví. ¡Mira! Nada es imposible para los que creen en Dios.

–Sí, lo recuerdo, compañero. Yo era sólo un niño entonces, y con mi ayuda equilibramos las fuerzas opuestas, resolvimos las injusticias y ayudamos a alguien a encontrarse a sí mismo. ¡Fue increíble! (Renato)

–Y ahora recuerdo nuestro encuentro en Arcoverde. Qué bueno fue haber aceptado su invitación. Cada minuto me siento mejor y con más esperanza. (Rafaela Ferreira)

–Yo estaba ante Dios rogando por el éxito de ambos ―reveló Rafael.

–Y yo fui el ángel que te ayudó en la batalla final. (Uriel Ikiriri)

–¡Dios mío! ¡Nunca lo sospeché! (El vidente)

–Sí. En ese momento todo debía ser un secreto, por tu propio bien. (Uriel)

–¡Misterios del universo! (Exclamó Renato)

–¡Así es! (El vidente)

–¡Yo también quiero ser parte de tu vida! Estoy afligida por las circunstancias y sólo te tengo a ti. ¡Ayúdame, hijo de Dios! ―implora Bernadete.

Aldivan se emociona de nuevo. Frente a Г©l hay otra mujer que sufre, afectada por las circunstancias y la maldad humana. Sabe muy bien lo que es eso. En numerosas ocasiones, habГ­a sido violado corporal y espiritualmente por la escoria humana. A pesar de todo, perdonГі las infamias y las ofensas, aunque no lo merecieran. Como su hermano y padre, amaba a todos, amigos y enemigos. Porque si sГіlo ama a sus amigos, ВїquГ© mГ©rito tiene? ВїNo lo hacen tambiГ©n los paganos? "Sed perfectos como el padre y sus hijos, que dan sol y lluvia a los justos y a los malvados, indistintamente".

Cargado de este sentimiento, se acerca a la muchacha, le sonrГ­e, estira el brazo y le toca suavemente la cara con la punta de los dedos. En esas frГЎgiles y bien dibujadas curvas, puede ver un poco del interior de esa criatura, en una visiГіn rГЎpida:

"Fue una noche clara, pacГ­fica y con poco movimiento en el pueblo de Mimoso, a mediados de noviembre de 2014. Bernadete acababa de salir de misa y, al ser la Гєnica catГіlica de la familia, caminaba sola. Al inicio de su regreso a casa fue interceptada por un desconocido que le preguntГі cГіmo llegar a la casa de su primo, detrГЎs de la carretera. Tratando de ser educada, ella le explicГі en detalle cГіmo llegar allГ­, pero el extraГ±o parecГ­a muy confundido. Al final de la explicaciГіn, le preguntГі si ella podГ­a ir con Г©l y mostrarle personalmente el camino. Muy ingenua y sintiendo lГЎstima, Bernadete aceptГі la propuesta y se fue con Г©l a la calle trasera. Pasaron por el centro, giraron hacia el sur, y en cuanto estuvieron solos, el hombre la agarrГі, la amordazГі con cinta adhesiva para que no gritara y la llevГі a una parcela vacГ­a. AllГ­ la agrediГі sexualmente. Al terminar, la golpeГі y amenazГі con matarla si ella lo denunciaba. DespuГ©s desapareciГі hacia la carretera para que no lo atraparan. AhГ­ empezГі la desgracia de Bernadete. Ahora ella habГ­a sido deshonrada y marcada para siempre por un extraГ±o, quien, en su opiniГіn, fue enviado por el diablo. Sin embargo, lo peor estaba por llegar".

El vidente, en estado de shock, quita la mano. ВЎQuГ© cosa! Este es un ejemplo mГЎs de lo lejos que ha llegado la maldad humana. Si no fuera por sus constantes oraciones, seguramente el mundo y la humanidad ya no existirГ­an.

Lleno de compasiГіn, abraza a la apГіstol, se aleja un poco y dice:

–¡Puedo ver! Todo lo que puedo decir es que a mi lado no te pasará nada. Mi padre nos ha prometido a mí y a mis seguidores felicidad, éxito y seguridad.

–¿Y qué debo hacer? ¿Cómo alcanzar ese nivel de seguridad? (Bernadete Sousa)

Aldivan se vuelve hacia ella y hacia los demГЎs. Lleno del espГ­ritu santo, habla:

–Rezas así:

"Padre eterno, seГ±or de los ejГ©rcitos espirituales y carnales, te ruego paz, tranquilidad, alegrГ­a, felicidad y tu protecciГіn en la tierra. Te ruego que dondequiera que vaya, mis pies caminen hacia el Г©xito, la felicidad y la santidad. LibГ©rame de malhechores, calumniadores, secuestradores, sicarios, balas perdidas, estafadores y cualquier tipo de criminal. LibГ©rame de las fuerzas espirituales que se oponen a las mГ­as, por ejemplo los demonios, las bestias espirituales, los poderes espirituales y todos sus trucos, como la magia negra, los hechizos y la brujerГ­a. Que las puertas infernales no se acerquen, no me venzan, ni prevalezcan en mi vida. Finalmente, que nada malo me pase a mГ­, ni a mi familia ni a ninguno de los que me acompaГ±an. Te ruego la misericordia de la cruz, de las siete mil vГ­rgenes, de los espГ­ritus puros, de los ГЎngeles, de los elegidos y de todas las fuerzas benignas. Dios mГ­o, no me abandones nunca. AmГ©n."

–¿Con qué frecuencia debemos orar? (Rafaela Ferreira)

–Todos los días, porque los enemigos esperan buscando un sólo resbalón nuestro. Cuando vayas a orar, ve a tu cuarto y habla cariñosamente con el padre. Prometo que, a quienes reciten esta oración con fe convencida, no les faltará nada y obtendrán protección espiritual y predilección de Dios. No os rindáis, hermanos. Nuestra fuerza está en la oración. (El hijo de Dios)

–Gracias. (Bernadete Sousa)

–De nada. ¿Nos vamos, Rafael? (El vidente)

–Sí, vamos… ―respondió.

El grupo sigue caminando en direcciГіn norte, hacia la carretera que da acceso a la carretera BR-232. PrГіximo destino: Pesqueira, la tierra de la gracia y la uniГіn.

En el camino se encuentran con conocidos y extraГ±os, y por cortesГ­a saludan a todos. En este momento todo conspira a favor y es necesario que continГєen siguiendo sus propios valores.

Como todo en Mimoso estГЎ cerca, en diez minutos el grupo llega a la carretera y, por casualidad, pasa un autobГєs vacГ­o. Se suben, una bestia de color gris de quince asientos.

Cuando estГЎn listos, el viaje se reanuda. A lo largo del camino, tienen la oportunidad de admirar la naturaleza salvaje, pasando por los pueblos de Novo Cajueiro, Riacho Fundo e Ipanema. DespuГ©s de este punto, quedan catorce kilГіmetros por recorrer.

En el trayecto tratan de entretenerse de la mejor manera posible. Llegando a Pesqueira, se bajan en el centro, frente a la catedral de Santa ГЃgueda. Desde allГ­, se dirigen hacia el autobГєs de Cimbres, que estГЎ a pocas cuadras y cerca de la estaciГіn de autobuses local.

Deambulando por las calles, haciendo paradas estratГ©gicas, el equipo del vidente llama la atenciГіn por dondequiera que pasa. Juntos, dan la impresiГіn de ser un solo cuerpo en busca de una realizaciГіn mutua, ademГЎs de estar protegidos contra eventuales ataques. ВїQuГ© bandido se arriesgarГ­a a enfrentarse a ellos? Incluso desarmados, saben demasiado bien cГіmo defenderse.

Cada vez hace mГЎs calor. Aumentan el ritmo, acortando la distancia que los separa del destino. Cada segundo es importante en la vida de aquellos que tienen prisa por triunfar y ser felices.

AsГ­, sin mayores contratiempos, llegan a la parada del autobГєs. Son exactamente las diez de la maГ±ana y tienen que esperar un rato para que se ocupen los asientos, con siete pasajeros mГЎs. Cuando estГЎn listos, entran en el combi verde, con las ventanas laterales rotas, y comienzan el viaje.

Cruzan el centro, suben por el barrio del Tanque de Agua, y toman una carretera asfaltada pero en mal estado. Subiendo por una pendiente empinada, un camino estrecho y sinuosas curvas, el combi llega a la cima de la montaГ±a y toma la parte plana. Esto es un alivio para todos.

Ahora es una distancia corta. Los trece kilГіmetros restantes se recorren en una carretera casi sin trГЎfico, porque es el comienzo del aГ±o 2015, en el mes de enero. De repente oscurece, nubes negras cubren el cielo, pero es una falsa alarma. La sequГ­a que ya dura tres aГ±os promete perpetuarse por un tiempo mГЎs, lo que es una lГЎstima para todos.

Un poco mГЎs adelante, mГЎs curvas que son fГЎcilmente manejadas por el experimentado conductor, llamado Toledo. Nada parece asustarlos ahora, aparte de sus miedos internos.

Quince minutos mГЎs tarde, el viaje termina, y el vehГ­culo los deja en el centro del pueblo, en la esquina de la plaza y justo enfrente de la iglesia de Nuestra SeГ±ora de las MontaГ±as. Al descender, pagan el pasaje, se despiden y comienzan a caminar. Nuevas perspectivas aparecen.

El pueblo de Cimbres fue un lugar histГіrico, uno de los primeros en ser descubierto por los portugueses en sus incursiones al interior del estado de Pernambuco. No se desarrollГі debido a las dificultades de transporte que suponГ­a la montaГ±a, pero ha llegado a ser sede del Senado del Municipio, cuya influencia se extendiГі por todo el interior, parte de BahГ­a, ParaГ­ba y Alagoas.

ВїCuГЎl es la razГіn por la que el vidente los ha llevado allГ­? Un lugar que ahora es un ГЎrea indГ­gena, perteneciente a la naciГіn Xucuru, despuГ©s de largos aГ±os de lucha y derramamiento de sangre con los terratenientes locales. La respuesta nadie la sabe.

El vidente recorre la calle principal del pueblo y sus amigos lo acompaГ±an sin hacer preguntas. Lo hacen por respeto a Г©l y por la seguridad que transmite con sus palabras, su afecto, su trato y su presencia. Parece que ese hombre sabe el momento adecuado para todo, encajГЎndolos perfectamente. En esto reside su sabidurГ­a, inteligencia, dignidad, ternura y su valor como hijo de Dios. Algo indiscutible, en efecto.

Cruzan todo el pueblo y se acercan al cementerio local. A cada paso, el hijo de Dios parece nervioso e incГіmodo. ВїQuГ© pretende? Sea lo que sea debe ser algo muy importante, para ir hasta allГ­, un lugar inhГіspito y aterrador.

Llegan y, como es de dГ­a, estГЎ abierto a los visitantes. Entran en el recinto de los muertos, caminan entre las tumbas y se detienen frente a una. En este momento, lГЎgrimas incontenibles caen por el rostro del hijo de Dios y todos se emocionan. Luego dice:

–Os traje aquí por una razón: para mostrar mi gloria y mi humanidad. Antes de ser hijo de Dios, yo era humano y, como cualquier otro, soportaba mis dolores y sufrimientos. Estamos frente a la tumba de mi padre, que murió cuando yo tenía sólo quince años. A pesar de que había sido un padre distante, estricto y a veces insensible, debo reconocer que era muy trabajador, honesto y consciente de sus obligaciones. Yo fui el único hijo al que le permitió estudiar y gracias a mis esfuerzos me considero un gran hombre. Estoy seguro de que él vio mi éxito, y por eso no quería que me convirtiera en agricultor. ¡Mejor así! Que en buen lugar descanse. (El hijo de Dios)

–Lo hace, y es por tu ayuda. Tus oraciones constantes y tu devoción diaria suavizan su dolor y sufrimiento. (Rafael)

–Yahvé Dios te ama mucho y puede hacer cualquier cosa por ti. (Añadió Uriel)

–Sí, ya lo sé. Su gracia está siempre conmigo. (El hijo de Dios)

–Yo también he sufrido, maestro. La separación de quien yo consideraba mi amor fue como morir. (Rafaela Ferreira)

–Mi mayor dolor fue la pérdida de mi hijo. Las circunstancias me hicieron perderlo, pero no fue fácil. (Bernadete Sousa)

–Mi dolor fue perder a mi madre y descubrir que mi padre era un borracho. Hoy en día mi familia es Dios padre, el guardián y tú. (Renato)

–¡Lo sé, hermanos míos! Lo que ofrezco a través del poder de Yahvé es protección, alivio y la expectativa de una nueva vida. No estoy ofreciendo la utopía, sé que tenéis sufrimientos que no se olvidan aunque pase el tiempo. (Aldivan)

–¡Entonces tócame, hijo de Dios! Viaja a través de mi historia ―le pide Bernadete Sousa.

El hijo de Dios sonrГ­e y se seca las lГЎgrimas. Es la invitaciГіn que estaba esperando para actuar. Con una seГ±al, llama a la apГіstol, ella se acerca a Г©l y, apoyГЎndose en la lГЎpida de su padre, Г©l la toca por segunda vez, cerca de sus pechos. Entonces la visiГіn aparece instantГЎneamente en su mente pura y sagrada:

"Bernadete volviГі a su vida normal, a su trabajo como funcionaria municipal, a sus relaciones sociales y familiares. Sin embargo, alrededor de un mes despuГ©s comenzГі a sospechar que algo en su cuerpo no estaba bien: su menstruaciГіn se habГ­a retrasado y comenzГі a sentirse indispuesta y con nГЎuseas. Su madre, por experiencia, sospechГі el embarazo y le pidiГі a su hija que comprara un test. Entonces eligieron un dГ­a libre de obligaciones y fueron a la ciudad a comprarlo, porque en el pueblo no habГ­a farmacia. AllГ­ compraron el test de embarazo, se encargaron de otras cosas en la ciudad y luego regresaron a casa. Al llegar, Bernadete fue a su habitaciГіn y, siguiendo las instrucciones, hizo la prueba y el resultado fue positivo. ВЎLa joven casi se cayГі de espaldas! En una mezcla de asco y disconformidad, maldijo al hombre que la habГ­a violado por haberla puesto en una situaciГіn tan terrible. ВїY ahora? ВїQuГ© iba a hacer con su vida? SaliГі de la habitaciГіn y se lo dijo a su madre que, aunque fue comprensiva al principio, exigГ­a explicaciones. Temerosa, la joven decidiГі abrirse y contar lo ocurrido. La reacciГіn de su madre no fue la mejor. La llamГі ingenua por escuchar a un extraГ±o y le dijo que ahora era la vergГјenza de la familia. Concluye diciendo que lo mantendrГ­a en secreto por un tiempo pero que la mejor soluciГіn era el aborto. Como respuesta, Bernadete armГі un escГЎndalo, pero la madre se tapГі los oГ­dos. No habГ­a razГіn para aceptar el deshonor de tener una madre soltera en la familia. Ella tendrГ­a que aceptarlo.

Un mes despuГ©s, abortГі en una clГ­nica privada. Justo antes, dejГі la casa de sus padres y decidiГі vivir sola. Ahora, ella estaba buscando respuestas para su dolor infinito. ВїPodrГ­a ser que ella tuviera derecho a una nueva oportunidad y al perdГіn de Dios?

Lo poco que sabГ­a de Aldivan, el hijo de Dios, hacГ­a que creyera en Г©l piadosamente. Ella fue una vГ­ctima mГЎs de las circunstancias, del destino y de los estereotipos que sustentan la falsa moral. Porque el nombre de las buenas costumbres, de los pobres, los negros, los homosexuales, los indios, las prostitutas, las madres solteras y otras minorГ­as eran despreciados y prejuzgados, incluso por las personas mГЎs cercanas. En realidad, lo que todos querГ­an, incluso los mГЎs conservadores, era tener el valor de salir del armario y por eso preferГ­an criticar en lugar de entender las razones de los demГЎs".

Al final del contacto, Aldivan se aleja y, como si leyera su mente, le dice:

–¡Se ha ido, hermana, tu dolor y el mío! ¡Prosigamos la caminata!

–¡Sí, maestro! (Bernadete Sousa)

Con una seГ±al, el vidente llama a todos, y juntos salen del lГєgubre cementerio. En ese momento se sienten hambrientos, y se dirigen al centro para buscar un lugar de comida preparada. Con la ayuda de algunos lugareГ±os, encuentran un sitio a unos pocos pasos.

Es un pequeГ±o snack bar, con algunas mesas y sillas. EstГЎ tranquilo, encuentran una mesa vacГ­a y se sientan. Miran el menГє de la mesa, lo estudian un rato y todos se ponen de acuerdo en pedir cuscГєs de pollo cuando llega el camarero. Ahora sГіlo queda esperar.

Mientras esperan a que estГ© la comida, charlan:

–¿Qué les parece el viaje hasta ahora, chicos? A mí me está encantando. (El vidente)

–A mí me está haciendo bien dejar mi pequeño mundo y respirar aire fresco. Mi enfermedad lo requiere. ¡Muchas gracias por invitarme, Aldivan! (Rafaela Ferreira)

–¡Ni lo menciones, querida! (El vidente)

–Yo también quiero darte las gracias. La experiencia contigo es excelente. (Bernadete Sousa)

–¡Nada en absoluto! Te agradecemos tu presencia. (El vidente)

–Estoy aprendiendo todo el tiempo, compañero. Pronto seré completamente iluminado por tu gran alma. (Renato)

–¡Tú también me enseñas, Renato! Puedo ver en ti al joven que fui hace años. Créeme, puedo ver un futuro glorioso para ti. (Aldivan)

–¡Lo deseo! (Renato)

–El ciclo continúa inexorablemente. Al final, el deseo de muchos corazones se hará realidad. (Rafael)

–En este camino nos enfrentaremos a obstáculos, pérdidas, luchas internas, los lazos del destino y a la fragilidad de nuestra propia mente. Pero si seguimos el hilo conductor correcto, tenemos grandes posibilidades de éxito. (Uriel Ikiriri)

–Lo creo, amigos. He estado en peores situaciones antes y he salido victorioso. Juntos tenemos la fuerza de Yahvé padre, que es una legión, y ciertamente tenemos condiciones para triunfar. ¡Confiad en mí! (El hijo de Dios)

Todos parecen de acuerdo. El camarero llega con el pedido y todos empiezan a servirse en sus platos. Inmediatamente empiezan a comer, y la conversaciГіn se enfrГ­a. Educadamente se concentran en la comida.

Treinta minutos despuГ©s terminan, piden algo de beber y lo toman rГЎpido. A la seГ±al, se levantan, pagan la cuenta y se van del bar. Fuera, en las calles del centro, mientras caminan, el vidente vuelve a hablar.

–Acabo de tener una idea. ¿Qué tal una visita al santuario de Nuestra Señora de las Gracias, en sierra del guarda, no muy lejos?

–A mí me parece bien. ¿Qué os parece, chicos? (Renato)

–Iré a donde quiera que vayas, mi señor y maestro. (Rafaela Ferreira)

–Como dice el viejo dicho, si estamos bajo la lluvia nos mojaremos. Sí, vámonos. (Bernadete Sousa)

–¡Excelente idea! ¿Vamos, hermano? (Rafael)

–Sí. ¡Está escrito! (Uriel)

–Muy bien. Intentemos encontrar un taxi. (El vidente)

Y asГ­ hacen. Preguntando a algunos lugareГ±os, encuentran un taxista en la calle trasera. Cruzan la calle hacia el sur, pasan diez casas a la derecha y llegan a la casa. Golpean dos veces en la puerta principal y son atendidos por un seГ±or panzudo, algo molesto o incГіmodo, con un par de sandalias de playa, bermudas rotas y sin camiseta.

Al estar rodeado de extraГ±os, dice:

–¿Qué quieren, caballeros?

–Tenemos entendido que usted es taxista. ¿Podría llevarnos a la sierra del guarda? (El vidente)

–Por supuesto. ¿Cuánto pueden pagar? (Taxista)

–Cincuenta dólares. ¿Le parece bien? (El vidente)

–No hay problema. Espera un momento. Voy a por el coche. (Taxista)

–De acuerdo. (El vidente)

El taxista Klebson Barbosa llega en pocos pasos al garaje. AllГ­ se mete en su potente combi negro modelo 2015, arranca y se detiene en la salida, cierra el garaje y llama a sus clientes. Uno por uno se suben al coche y cuando todos estГЎn dentro, se van.

La distancia hasta el santuario es de aproximadamente tres kilГіmetros, y la cubren rГЎpidamente debido a la alta velocidad del vehГ­culo. En un abrir y cerrar de ojos abandonan el pueblo, toman el camino principal de tierra y, en direcciГіn oeste, llegan al santuario emplazado en la montaГ±a. El conductor detiene el coche en el borde del gran sendero, bajan y arreglan con Klebson Barbosa para que les espere, ya que serГЎ una visita rГЎpida. Entonces empiezan a subir las escaleras que conducen a la cima.

Los visitantes siguen subiendo y a cada escalГіn, la emociГіn es mayor. Fue allГ­, en el siglo pasado, donde la virgen se apareciГі a dos niГ±os inocentes. La misma que se habГ­a aparecido varias veces en la peculiar vida del vidente.

Algo dentro de Г©l le dice que serГЎ una otra gran experiencia para ser vivida en un momento verdaderamente importante. Son seis personas movidas por sus propias ansiedades que vivГ­an una situaciГіn delicada. Todo se reduce a la esperanza prometida por el hijo de Dios, esto les hace avanzar aГєn mГЎs. Cubren un cuarto, despuГ©s la mitad, y se acercan al final del camino.

Finalmente lo completan y se sitГєan frente al santuario. Mientras unos rezan, otros admiran la belleza de la montaГ±a. Emocionado, el vidente dice:

–Hermanos míos, estamos en un lugar sagrado. Aquí reside la gracia de María, Madre de Jesús. A través de esta bendita mujer, puedo decir que fui sanado y bendecido por Dios. María es ejemplo de coraje, determinación y fe para los cristianos y todas las demás confesiones. Qué bueno es tenerte como amiga, María. (El vidente)

–¿Cómo es ella? (Renato)

–Una persona dulce. Comprensiva, educada y respetuosa. Y además muy humilde, a pesar de su grandeza. (El vidente)

–¡Genial! A mí también me gustaría conocerla. (Renato)

–Yo también. (Rafaela Ferreira)

–Lo mismo digo. (Bernadete Sousa)

–Ya la conocéis, hermanos. María está representada en cualquier mujer sencilla y sufriente de este inmenso lugar a través del fenómeno de la comunión. (Aldivan)

–Exactamente. Por cada buena acción, ella se presenta más en la vida privada de las mujeres. (Rafael)

–A pesar de no ser una diosa, es un ejemplo de comportamiento para todos ―añade Uriel.

El vidente baja la cabeza y reza una oraciГіn en privado. Al rato, estira el brazo y toca el icono situado en la cueva de la montaГ±a. Entonces tiene una visiГіn privada de luz. DespuГ©s, aparta el brazo y hablar de nuevo:

–¡Qué grande es Dios, nuestro padre! Eleva a los humildes, a los pobres y a los discriminados. Prefiere buscar a los pecadores porque ellos son los que necesitan ser redimidos. En nuestro reino no habrá dolor ni sufrimiento, ni injusticias, ni desigualdad. Todos adorarán al padre y a los hijos en el Monte Sion. (El hijo de Dios)

–¡Amén! (Bernadete Sousa)

–¡Gloria! (Uriel)

–¿Qué hacemos ahora, maestro? (Rafaela Ferreira)

–Volvemos a la aldea. El tiempo apremia. (Aldivan)

–Está bien. (Renato)

–¡Vamos! (Rafael)

Los miembros del grupo comienzan a bajar las escaleras del santuario. En este momento, el ambiente es pacГ­fico y tranquilo, a pesar de todas las expectativas involucradas en la aventura. ВїQuГ© les espera? ВїAlcanzarГЎn el objetivo final? Las respuestas llegarГЎn a medida que se desarrollen los acontecimientos y es algo de lo que no hay que preocuparse ahora. Como JesГєs enseГ±Гі: basta a cada dГ­a su propio mal. En el camino aprovechan para admirar la belleza local, un paisaje desconocido situado en el interior del noreste brasileГ±o. Con sus cactus, piedras, montaГ±as escarpadas, vegetaciГіn rara, espinosa, tГ­pica de la caatinga; y su gente hospitalaria crean una uniГіn de elementos Гєnica, digna de admiraciГіn. Un poco de Brasil, gigantesco por naturaleza.

Al final de las escaleras, descansan un rato. Cuando estГЎn listos, suben al coche aparcado en el lateral. Todos dentro, salen a buena velocidad.

Atravesando los lugares ya conocidos, entre montaГ±as, ГЎrboles a la orilla de la carretera y el trГЎfico de personas y vehГ­culos, llegan a salvo al pueblo. Como son casi las dos de la tarde, hablan con el conductor y para que los lleve a Pesqueira, donde pasarГЎn la noche.

AsГ­, abandonan el pueblo, toman la carretera asfaltada y comienzan el peligroso descenso por la montaГ±a. Mientras Klebson trata de sortear el camino sinuoso, los pasajeros tratan de divertirse de la mejor manera posible, charlando, leyendo libros, escuchando mГєsica e incluso aprendiendo del silencio. El grupo, compuesto por dos mujeres, dos ГЎngeles y dos hombres, ya se ha fortalecido lo suficiente como para comprenderse los unos a los otros a pesar de que cada uno es un mundo particular.

Uno de los objetivos, la comuniГіn, va muy bien, fruto de su dedicaciГіn y esfuerzo. Prosiguen su viaje, para conocer a nuevas personas que necesitan ayuda y cambiar sus vidas. Como el vidente enseГ±a, todo es posible para los que creen en Dios, y nadie es un caso perdido: basta con creer en su nombre, el de su padre; y la oscuridad del conocimiento serГ­a iluminada por su gran luz.

Todo se encamina hacia la realizaciГіn de sus ideas. Recorren una por una y a buena velocidad las etapas fГ­sicas, transitando los puntos relevantes. Las dificultades causadas por el camino angosto y eventuales sorpresas en el camino, son compensadas por la fe y la dedicaciГіn a la causa por parte de todos. Merecen ser felicitados.

Exactamente veinte minutos despuГ©s de salir del pueblo histГіrico, llegan a la montaГ±a de OrorubГЎ, desde donde se puede ver el conjunto de las casas de Pesqueira. Amada tierra, pueblo de industria, uniГіn y gracia, que bendice a sus hijos. Junto con Arcoverde, donde el hijo de Dios tiene sus casas preferidas, pues es allГ­ donde todo ha comenzado.

Ahora, poco queda para llegar a la sede central y estos Гєltimos minutos son decisivos en la vida de todos. Hablan un poco con el conductor, antes de despedirse. Klebson Barbosa ya ha marcado la vida de todos, aunque su papel es secundario. Esto pasa porque el hijo de Dios y sus amigos no diferencian entre las personas. Como YahvГ©, estГЎn abiertos a hacer amigos y aceptan a cualquiera.

Es asГ­ como, en armonГ­a y complicidad, llegan al centro de la sede municipal. Amablemente, Klebson Barbosa los deja en la puerta de la posada, se despiden, pagan el pasaje y finalmente se bajan.

Llevando su equipaje, entranВ В В В В В  al lugar, hacen cola en la recepciГіn y despuГ©s de registrarse, se dirigen a sus habitaciones. En el Sunray Inn descansan el resto de la tarde y se reГєnen por la noche. Esto es muy necesario porque la fatiga ya se evidencia en sus cuerpos y en sus frГЎgiles mentes. Hasta la noche.

La tarde pasa rГЎpido. Hacia las seis, se despiertan casi a la vez y uno a uno se dirigen al comedor. AllГ­ se ponen en la cola de autoservicio, llenan los platos y cuando terminan, buscan un lugar tranquilo para sentarse y comer. Como no hay mucha gente, encuentran el lugar perfecto en la segunda mesa a la derecha.

Comienzan a comer. Entre cucharadas, interactГєan entre sГ­, aumentando su empatГ­a. Pero aГєn queda un largo camino por recorrer.

DespuГ©s de veinticinco minutos terminan la cena, y juntos se dirigen al ГЎrea de recepciГіn. AllГ­ juegan, ven la televisiГіn, escuchan mГєsica, cuentan chistes y entablan amistad con los demГЎs huГ©spedes. AsГ­ pasan unas cuatro horas. MГЎs tarde, se despiden y se dirigen a sus habitaciones para tratar de dormir. Al dГ­a siguiente, otras sorpresas prometen aparecer. Sigan a continuaciГіn, lectores.




Pesqueira


El nuevo dГ­a amanece intenso. El sol sale, inundando el ambiente con sus poderosos rayos. Como contraste, sopla una brisa suave y fresca que ayuda a despertarlos y relajarlos.

Pero no hay tiempo que perder. Los ГЎngeles se levantan temprano y, con el permiso del dueГ±o, van a llamar a los otros para desayunar.

Uno por uno, salen de sus habitaciones, se reГєnen y se dirigen al comedor. Llegan rГЎpidamente y, como en la noche anterior, se sirven ellos mismos. Cuando terminan, van a desayunar tranquilamente en una mesa cercana, en esa hermosa y prometedora maГ±ana.

Se encuentran en una atmГіsfera de paz y guerra al mismo tiempo. Deja que te explique: paz por haber cumplido fielmente el calendario hasta ahora y guerra interna por no tener certezas concretas sobre los prГіximos acontecimientos del futuro. Aparte de estar ansiosos, tienen un deseo creciente de controlar su destino, lo que en la mayorГ­a de los casos no es posible, causando frustraciГіn en ellos. Pero nada es para siempre.

La gran virtud que poseen es el optimismo y eso ayuda a enfrentar cualquier situaciГіn, incluyendo las discusiones entre ellos. Una de ellas ocurre a la hora del desayuno, pero Rafaela con su autoridad logra controlarla. Una discusiГіn tonta entre mujeres sobre la importancia de cada una. Afortunadamente se resuelve.

Terminaron el desayuno precipitadamente y en una rГЎpida asamblea, eligen un lugar al que ir, regresan a sus habitaciones, empacan las maletas, salen de nuevo, pagan la estadГ­a, se despiden y abandonan el lugar. El "Yo soy" de cada uno, dentro de ellos, grita para ser escuchado y resuena en sus mentes.

Desde el centro, se dirigen en direcciГіn este con destino a uno de los extremos de la ciudad. Por el camino se encuentran con conocidos y extraГ±os y se enfrentan al caГіtico trГЎfico al cruzar las calles. Pero no se desaniman.

Poco a poco, pasan por puntos importantes, como la avenida que baja a la estaciГіn de autobuses o el convento de los franciscanos y llegan a la avenida de Recife, giran a la izquierda hacia la unidad de Pesqueira IFPE.

Ahora cada paso es decisivo porque se acercan al destino. Caminando unos doscientos metros se detienen frente a una casa abandonada. A la seГ±al del vidente, todos se acercan, pasan la entrada, acceden a la zona exterior y en este punto habla el hijo de Dios:

–Hermanos míos, estoy frente a un símbolo de mi pasado. En 2002, estaba de paso por aquí y escuché de mis amigos una siniestra historia sobre este lugar, que incluía asesinatos, justicia, espiritualidad y miedo. El tiempo ha pasado, pero aun así no he olvidado la historia. Mi objetivo ahora es obtener una explicación de lo que sucedió ―finalizó el vidente.

Tan pronto como dice eso, todo parece cambiar. Misteriosamente, la puerta se cierra detrГЎs de ellos. Nubes oscuras cubren parcialmente el sol y se oyen gritos dentro de la casa, asustando a los humanos. Rafael les habla:

–¡Cálmate, Guardián! Perdona a nuestro amigo por su curiosidad. Prometemos irnos inmediatamente y dejarte en paz.

Haciendo una seГ±al, Rafael llama a Uriel y juntos agarran a los humanos y vuelan sobre las paredes. En unos segundos estГЎn afuera. Se alejan, y luego el ГЎngel les explica:

–¡Aún no es el momento, hijo de Dios! Aún no estás listo. (Rafael)

–No lo entiendo. ¿Por qué no? (el hijo de Dios)

–No nos preguntes a nosotros. Es lo mejor que podemos hacer ahora ―intervino Uriel.

–Muy bien. (El hijo de Dios)

–¿Cuál es el siguiente paso, Rafael? (Renato)

–Continuemos el viaje ―responde.

–Está bien. (Renato)

–¡Espero que tengamos suerte! (Rafaela Ferreira)

–¡Ojalá! (El vidente)

–Estoy lista, Aldivan. ¿Podrías tocarme? (Bernadete Sousa)

–Lo estaba esperando, mi sierva. (El vidente)

Aldivan se acerca a su apГіstol. Afectuosamente, estira su brazo y esta vez toca la punta de sus dedos. La suavidad de su piel lo hace vibrar y tener una visiГіn de su futuro:

"Bernadete está tomando una taza de té en casa, reclinada en una silla del salón. A sus cincuenta años, recuerda los principales acontecimientos de su ajetreada vida: la crianza de sus padres, su crecimiento junto con sus amigos en el pueblo de Mimoso, el paso de la adolescencia, la violación, el aborto y la promesa de un joven de que todo podría cambiar. Animada por sus palabras, aceptó su invitación para viajar por el mundo y descubrió realmente un padre y un hijo dispuestos a hacer cualquier cosa por ella. Le demostraron mucho amor y como recompensa ella decidió dedicarse al prójimo en el asilo cercano. Además, difundía su mensaje a todos los que la conocían. A través de estas obras, ella descubrió la verdadera felicidad y está segura de su acogida en el reino de Dios cuando parta de la vida terrestre. Había encontrado su "Yo soy" interior y entendía el "Yo soy" del padre a través de su hijo llamado vidente, Divino, Aldivan Teixeira Torres, y un tipo excepcional además de otros adjetivos. El universo y las fuerzas benignas conspiraban para su éxito y era sólo eso lo que ella deseaba para aquel que cambió su vida. ¡Bendito sea él! Se repite internamente. Con una sonrisa en la cara, se levanta de la silla y va a hacer sus tareas domésticas y cuidar de su gato Tobit, el único compañero en su casa. Y la vida continuaría…"

El vidente retira la mano despuГ©s de la visiГіn. Abraza de nuevo a la apГіstol y con una seГ±al le pide a ella y a los demГЎs que vayan con Г©l. El silencio revela mucho mГЎs que si hubiera hablado y Bernadete lo entiende. No todo puede tener una respuesta y lo importante es comprometerse con la misiГіn actual. ВЎSiempre adelante!

El grupo, caminando a buena velocidad, baja del barrio del Prado hacia el centro. Gira en la avenida de Recife, sigue recto unos cientos de metros, giran en otra esquina y siguen la avenida principal del barrio.

Al mismo ritmo cubren el camino a la estaciГіn de autobuses en quince minutos. Avanzan un poco por el edificio de una sola planta y compran las entradas en la taquilla. DespuГ©s se sientan en la sala de espera.

Esperan mГЎs de treinta minutos a que llegue el autobГєs. Uno por uno, entran y se sientan en los asientos vacГ­os. Cuando todos los pasajeros estГЎn dentro, el autobГєs sale.

En el corto viaje, lo Гєnico que hacen es descansar frente a tantas preocupaciones. Saben que, independientemente de lo que pase, ya merecen ser felicitados por su compromiso, dedicaciГіn y entusiasmo con sus causas. Sin embargo, quieren y sueГ±an con mГЎs.

De esta manera llegan a su siguiente parada en diez minutos: el pueblo de SanharГі. Cargando sus pesadas maletas, bajan del autobГєs a un lado de la carretera y siguen a pie hasta el centro de la ciudad.

Con su conocimiento de la ciudad, el vidente busca una posada que pueda alojarlos a todos. La encuentran en pocos minutos. SanharГі ha cambiado poco desde que trabajГі allГ­ durante dos meses como empleado de la administraciГіn, en la sede del municipio. Ha crecido, se nota, pero no ha cambiado la sensaciГіn de lugar tranquilo y acogedor.

Conocida como la ciudad del queso y la leche, el nombre deriva de una abeja negra que vive en esta zona, su nombre significa en lengua indГ­gena enojada o alterada. Datos de 2014: superficie: 256В kmВІ; poblaciГіn: 24В 556В habitantes; IDH: 0,603.

EstГЎn frente a la pequeГ±a posada, un modesto edificio, de estilo chalet, con una gran entrada asfaltada. Haciendo acopio de intrepidez, entran en el establecimiento, hablan con el propietario y resuelven lo bГЎsico. DespuГ©s, van a relajarse un poco. Por la tarde les esperan nuevas emociones. Cada uno intenta disfrutar del descanso matutino en sus respectivas habitaciones, equipadas con aparatos de Гєltima generaciГіn: unos duermen, otros ven la televisiГіn, otros escuchan mГєsica o leen libros. Estos raros momentos en un viaje agotador y exigente son como un bГЎlsamo para sus cuerpos fatigados.

A la hora del almuerzo se encuentran de nuevo y comen juntos. Aprovechan para precisar los siguientes detalles del viaje. Treinta minutos despuГ©s deciden salir. El objetivo del vidente es presentarles a alguien especial.

Desde el centro se dirigen en direcciГіn sur, cruzando las calles del pequeГ±o lugar, y dos cuadras despuГ©s, llegan a una casa de mamposterГ­a de tamaГ±o mediano, alrededor de 6x14В m, con jardГ­n y piscina, amurallada por delante. Tocan en la puerta principal una sola vez e inmediatamente alguien viene a atenderlos. Es un hombre de unos cincuenta aГ±os de edad, bajo, barrigudo, de cuerpo redondo, ojos marrones, pelo negro y piel blanca. Con una expresiГіn indignada, habla mientras se acerca:

–¿Qué quieren, caballeros?

–Soy yo, Osmar. ¿No te acuerdas? Trabajé contigo en la prefectura. (El hijo de Dios)

Osmar mira a Aldivan de arriba a abajo, y al final sonrГ­e. ВїCГіmo olvidar al soГ±ador que en las horas de ocio del trabajo escribГ­a su libro porque no tenГ­a un ordenador? Numerosas veces sintiГі admiraciГіn por Г©l, un muchacho entonces, allГЎ por el 2007.

Avanza unos pasos hacia Г©l y le da un gran abrazo. Aldivan hace lo mismo y ambos viven intensamente el momento del reencuentro. Son dos almas hermanas y compaГ±eras que perdieron contacto debido a las circunstancias de la vida.

DespuГ©s del abrazo, Osmar se aparta el pelo largo del hombro y comienza a hablar de nuevo:

–Y estos, ¿son tus amigos?

–Sí. (Aldivan)

–Los amigos de Aldivan también son mis amigos. Por favor, pasen. La casa es suya. (Osmar)

–Gracias. (Rafael, en nombre del grupo)

Osmar vuelve a entrar en la casa y los demГЎs lo siguen. Pasan por un pequeГ±o salГіn, un pasillo y llegan a la sala de estar, amueblada con estantes, sofГЎ, sillas y mesa, alfombra de piel en el suelo, cuadros y otros adornos en las paredes y cortinas persas. Todo bien ordenado y de buen gusto.

Algunos se sientan en el sofГЎ y otros en las sillas. Tocando una campana, llama a la criada que trae tГ©, jugo, bebidas frГ­as, cerveza, vino, frutas, pasteles y galletas para los visitantes. Una vez que ha servido la criada, Г©sta queda dispensada. Osmar y los demГЎs tienen la oportunidad de iniciar una conversaciГіn que promete ser decisiva.

–¿Por qué tengo el honor de la visita a mi casa del soñador que aspira a ser escritor?

–Ya no aspiro más, Osmar. Me dedico a la escritura como trabajo y entretenimiento, ya no puedo vivir sin ella. (El vidente)

–¡Excelente! ¡Me alegro por ti! ¿Estás de paso? (Osmar)

–Estamos en un viaje a la playa. Buscando nuevas historias. (Rafael)

–También estás invitado a participar ―dice el vidente con voz firme.

–No sé…, estoy muy confundido. (Osmar tartamudeando)

–Lo sé. Puedo sentirlo. (El hijo de Dios)

–¿Tienes algo que contarnos? (Uriel)

Osmar se queda callado por un momento. ВїPodrГЎ confiar en gente a la que apenas conoce? ВїCГіmo podrГ­an ayudarlo? Estas y otras preguntas pertinentes le rondan su mente inquieta. Repentinamente, decide arriesgarse.

–Sí, tengo algo que contaros. Pero antes díganme algo más sobre ustedes. ¿Cómo se llaman, hermosas muchachas? (Osmar)

–Mi nombre es Rafaela Ferreira. Soy de Arcoverde y en la actualidad estoy atravesando una grave depresión.

–Soy Bernadete Sousa. Tuve un aborto poco después de ser violada. El hijo de Dios me está ayudando a pasar por estos tiempos difíciles.

–Un placer. Mi nombre es Osmar Pontes. Estoy desempleado en este momento, viviendo de lo que ahorré de mi trabajo.

–Un placer también. (Las dos mujeres simultáneamente)

–¿Desempleado? ¿Has dejado la prefectura? (El hijo de Dios)

–Sí, tuve algunos problemas allí que me obligaron a marcharme. Pero estoy bien económicamente, no te preocupes. Cuando llegue a la edad de retirarme, pediré mi jubilación. (Osmar)

–Mejor así. (El hijo de Dios)

–¿Y cuáles son sus nombres, jóvenes amigos? (Osmar)

–Soy Uriel Ikiriri, el ángel guardián de Aldivan.

–Soy Rafael Potester, uno de los siete arcángeles de Dios al igual que mi hermano Uriel.

–Mi nombre es Renato y soy el principal compañero de aventura del vidente. Juntos formamos parte de la serie del mismo nombre, que ya tiene cuatro obras.

–¡Increíble! ¡Estoy sin palabras! Tus amigos son extraordinarios. Esta serie del vidente va a ser muy comentada. ¿Podrías hablarme un poco de tus obras, Aldivan? (Osmar)

–Son cuatro romances, una nouvelle, una colección de cuentos, un libro de sabiduría, dos poemarios y un guión basado en el primer romance. Los cuatro romances forman la serie del vidente. El primer título es Fuerzas Opuestas, el comienzo de la saga. En resumen, viajé a Mimoso en busca de realizar mis sueños en una montaña que prometía ser sagrada. Allí conocí a la señora guardiana, un ser lego y misterioso que me ayudó a superar los desafíos y obtener permiso para entrar en la cueva. Con determinación y coraje los cumplí todos, entré en la cueva, enfrenté más obstáculos, los vencí de nuevo y me convertí en el vidente, un ser omnisciente a través de sus visiones. Después, salí de la cueva, volví a encontrarme con la señora guardiana y junto con Renato fuimos enviados al viejo Mimoso con el objetivo de corregir injusticias, ayudar a alguien a encontrarse a sí mismo y unir las Fuerzas opuestas que estaban en desequilibrio. Durante treinta días hicimos un trabajo maravilloso, y volvimos de Mimoso más experimentados y triunfantes. Paramos por un tiempo debido a otros compromisos. El segundo título, La noche oscura del alma, trata de lo siguiente: la vida nos hace vivir días oscuros y miserias que desearíamos que no fuesen reales.

La noche oscura del alma es la continuaciГіn de "El vidente". Yo, que soy el protagonista, regresГ© a la montaГ±a en busca de respuestas para un perГ­odo perturbado de mi vida, momentos en los que me olvidГ© de Dios, de mis principios y me perdГ­ en el pecado. En la MontaГ±a entrГ© en contacto con dos seres celestiales, que me condujeron al conocimiento. Sin embargo, estaba profundamente ligado a los siete pecados cardinales y, a pesar de la experiencia adquirida, mis problemas no se resolvieron, entonces tuvimos que hacer un viaje a la Isla Perdida, sede del reino de los ГЎngeles.

El libro es un pasaje lleno de peligros, piratas, una gran aventura en el mar que plantea reflexiones y preguntas, como si es posible que un criminal se rehabilite despuГ©s de haberse sumergido completamente en la oscuridad. Y una vez hecho esto, ВїpodrГЎ encontrar paz para sus crГ­menes? ВїPodrГЎ perdonarse a sГ­ mismo? ВїPodrГЎ encontrar la felicidad? ВїO eso son sГіlo ilusiones, una pausa para una noche aГєn mГЎs oscura? Vale la pena comprobarlo.

En cuanto al tercero, el romance titulado El encuentro entre dos mundos, es una historia en forma de flashback. Es un gran viaje que nos involucra, una vez mГЎs, a Renato y a mГ­. Se divide en dos partes situadas en el pasado y en el presente respectivamente, tratando de mostrar la importancia de la batalla para la consecuciГіn de nuestros ideales, sean cuales sean.

En la primera parte viajamos al sitio de FundГЈo, en las afueras de Cimbres-Pesqueira, para tratar de encontrar a los responsables de una rebeliГіn en el pasado. Con su ayuda, nos entrenamos hasta dominar la co-visiГіn, clave para el desarrollo de la historia. Una vez preparados, nos sometimos a ella y viajamos al noreste de principios del siglo XX, tiempos de opresiГіn, injusticias, prejuicios y hambruna. Por todas partes observamos ejemplos de los conflictos civiles de aquella Г©poca, especialmente por un grupo que participa activamente en la historia. Sin embargo, ВїpodrГ­amos conseguir un Г©xito absoluto en nuestros objetivos? ВїDesenmascaramos a las Г©lites? ВїO fracasamos? ВїY es posible llegar a la tan esperada confluencia entre mundos enfrentados, en relaciГіn a las clases sociales, las opiniones, los estereotipos y el amor? MerecГ­a la pena averiguarlo.

En la segunda parte emprendimos un nuevo viaje con el objetivo de terminar nuestro trabajo y lograr el milagro que necesitГЎbamos. Esta vez fuimos a CaraГ­bas en busca de un segundo personaje del pasado y cuando lo encontramos, nos sometimos a un nuevo entrenamiento. Una vez preparados, se revelГі la segunda parte de la historia. En ella, el lector se enfrentaba a las siguientes preguntas: ВїHasta quГ© punto la cuestiГіn social interfiere con el Г©xito? ВїEs viable persistir incluso despuГ©s de varios fracasos? ВїVale la pena privarse del amor por prejuicios, sin siquiera intentarlo? ВїAlguien que tiene un don puede considerarse especial o estГЎ loco? Todo esto y mucho mГЎs se encuentra en la historia del Divino, alguien en busca del destino y del Г©xito que todos merecemos.

Finalmente, entre los romances, el cГіdigo de Dios es el cuarto. La historia comienza cuando Phillipe Andrews, el auditor de una granja marcada por la tragedia, comienza a cuestionar la razГіn de su desgracia, enfadГЎndose e indignГЎndose. Por un golpe de suerte, encuentra un libro y un autor, y decide buscarlo. Al encontrarlo, decide hacer un viaje a un desierto lejano con Г©l, su compaГ±ero de aventuras, donde supuestamente se encontrarГ­an con Dios y resolverГ­an sus problemas. En el comienzo del viaje encuentran dos guГ­as por el camino que los llevan al lugar deseado, el desierto de CabrobГі. Pasan a travГ©s de diez pueblos en el desierto, teniendo interesantes charlas con los respectivos huГ©spedes, y de repente Dios comienza a hablar a travГ©s de los guГ­as respondiendo a preguntas cruciales. Todo lo que se va revelando contribuye en la elaboraciГіn del "testamento", un cГіdigo dado por Dios y nunca descifrado en la historia humana o angelical. ВїY entonces? ВїCrees que Dios puede revelarse en situaciones extremas? ВїO es sГіlo un delirio de todos los involucrados? Lee el CГіdigo de Dios, un libro dirigido especialmente a aquellos que han perdido la fe en Dios y saca tus propias conclusiones.

El libro de la sabiduría recopila máximas de gran iluminación del padre, con cuentos que aluden a parábolas de base moral sobre el reino de Dios y su sabiduría. Los de poesía tratan sobre el amor y la región interior del noreste. En cambio, la nouvelle se remonta a los tiempos del cristianismo primitivo, tiempos de batalla, opresión y persecución ―finalizó el hijo de Dios.

–Genial. ¡Los compraré todos! Más tarde puedes contarme cómo hacerlo. (Osmar)

–Bien. Gracias. (El hijo de Dios)

–¿Y qué hay de tu problema? ¿Estás listo para revelarlo? (Rafael)

La pregunta directa hace que nuestro anfitriГіn se quede frГ­o de nuevo. Estos amigos son realmente atrevidos. A pesar de ello, decide tender su mano, pues por ahora no tiene a nadie a quien recurrir. ВЎQue sea la voluntad de Dios!

–Soy un hombre deplorable, amigos. Caí profundamente en la corrupción corporal y material. ¡No soy digno de compasión! (Osmar)

–¡Cálmate, debe haber una solución, amigo! (Renato)

–Lo que es imposible a los ojos de los hombres es posible para Dios. (Uriel)

–Yo también siento lo mismo. Cuando mi novio me dejó, me sentí la peor mujer del mundo. (Rafaela Ferreira)

–Cuanto mayor sea la derrota, mayor será la gracia. (Rafael)

–Yo también pensé que mi caso no tenía remedio ni perdón, cuando aborté. Sin embargo, poco a poco, estoy conociendo a un ser llamado Aldivan Teixeira Torres y él puede entenderme completamente. En él tengo un padre y un hermano. (Bernadete Sousa)

Osmar analiza todas las declaraciones de los amigos. ВїPodrГ­a ser el vidente la persona adecuada para confiarle su problema? ВїPodrГ­a ser que le diera alguna esperanza a pesar de ser un monstruo? No habГ­a descubierto este lado fraternal suyo cuando lo conociГі, y como en este momento se siente desesperado, vale la pena intentarlo.

–¿Quién eres, vidente? (Osmar)

–Soy un profundo conocedor del alma humana y alguien que en este momento te quiere a su lado. Prometo dedicación a tu causa. (El vidente)

–No lo sé… No me aceptarías si supieras lo que…

Las palabras no salen de la boca de Osmar, tal es el miedo y la desconfianza que siente. Viendo a su amigo atormentado, el hijo de Dios habla:

–¿Si supiera que estafaste a la prefectura y que tenías preferencias sexuales por menores de edad? No me importa. Sólo sé que estás enfermo y que necesitas tratamiento urgente. Te ofrezco el medio de mi padre para mover tu alma de las tinieblas a la luz. Porque no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores aguerridos, esos sí necesitan mi ayuda. (Aldivan)

Osmar se emociona. ВїCГіmo lo sabe? ВїCГіmo puede entenderlo? En ningГєn momento de su vida, nadie se habГ­a acercado a Г©l para consolarlo y apoyarlo, sГіlo las manos y los dedos acusadores seГ±alГЎndolo y juzgГЎndolo constantemente. Realmente Aldivan no es un ser comГєn.

–Gracias. (Osmar)

–¿Y entonces, Osmar? ¿Viajamos? (Rafael)

–Sí. Me has convencido. Espera un momento. (Osmar)

Osmar se levanta de la silla y va a su habitaciГіn. AllГ­, comienza a empacar rГЎpidamente sus maletas. Quince minutos mГЎs tarde estГЎ listo, sale de la habitaciГіn, se reГєne con sus amigos, deja la administraciГіn de la casa a sus empleados y finalmente se va con ellos. El mundo espera sus prГіximas acciones.

Afuera, despuГ©s de haber caminado unos metros, el vidente vuelve a hablar.

–Te sugiero que nos muestres un poco de tu ciudad. ¿Te parece bien?

–Excelente. Seguidme… ―dijo.

El grupo atraviesa la zona sur y vuelve al centro de la ciudad. En este momento, estГЎn totalmente concentrados y decididos a divertirse en ese humilde y tranquilo pueblo. Bajo la guГ­a del anfitriГіn, tres cuadras y varios cruces mГЎs tarde, llegan a la casa de cultura de la ciudad. Por casualidad, esta tarde hay un espectГЎculo pГєblico. Entran en el modesto edificio de mamposterГ­a, estrecho, en mal estado de conservaciГіn, pero muy bonito y el lugar exacto del evento.

Junto con otras personas, tienen la oportunidad de ver una actuaciГіn de los Bacamarteiros. El espectГЎculo consiste en movimientos rГ­tmicos coordinados por un sargento. El sonido del xaxado estГЎ compuesto por el acordeГіn de ocho bajos, la zabumba de cuero curtido y el triГЎngulo. En cuanto a los trajes, los miembros del espectГЎculo llevan ropa azul de algodГіn, bufanda en el cuello y estuche de balas de Flandes. Los comandantes llevan estrellas en los hombros y sombrero, ademГЎs de bastones o paraguas.

Durante unos treinta minutos disfrutan la actuaciГіn, que termina con el disparo de las armas de fuego. Por suerte nadie resulta herido. Salen del centro cultural y vuelven al paseo por las calles de la ciudad.

A los pocos metros, Aldivan vuelve a hablar:

–¿Qué más nos puedes enseñar de tu ciudad, Osmar?

–Síganme, caballeros ―dice él.

–Vamos, chicos ―dice Rafael.

–Seguro ―estuvo de acuerdo Renato

Los miembros del grupo acompaГ±an al anfitriГіn y despuГ©s de cruzar unas cuantas calles por el centro, se encuentran con un gran pabellГіn. Al acercarse, como la puerta estГЎ entreabierta, se dan cuenta de que es un lugar de ensayo musical, porque el lugar estГЎ lleno de instrumentos musicales y artilugios relacionados con la mГєsica. Ante las miradas interrogantes de los visitantes, Osmar aclara:

–Esta es la sede de la sociedad Santa Cecilia, patrimonio cultural del pueblo. Por casualidad, es hora de su ensayo. Entremos, amigos.

Aceptando la invitaciГіn, los amigos de Osmar entran en la zona que para muchos es sagrada, debido a la mГєsica. Como es de esperar, cinco mГєsicos estГЎn afinando sus instrumentos, saludan al pГєblico presente y comienzan a tocar una hermosa sinfonГ­a. Inmersos en la serena melodГ­a de la mГєsica, cada uno siente en su interior algo de la magia del momento. A travГ©s del sonido se pueden ver a ellos mismos, Rafaela siente el alivio de sus dolores, Bernadete Sousa se siente esperanzada, Renato piensa en un futuro prometedor, Rafael recuerda su adoraciГіn por el Todopoderoso, Uriel su devociГіn por su protector y, por Гєltimo, el mГЎs soГ±ador de todos ellos, recuerda los obstГЎculos, los fracasos, las victorias y los amores no correspondidos. Antes de ser "Yo soy" era un humano normal y la mГєsica que se interpretaba en ese momento era el "Yo sin ti". Incluso sin tener nada que ver con la presente actuaciГіn, le martilleaba la cabeza la esperanza creciente de un dГ­a encontrar a alguien que lo quiera y de hecho lo ame como se lo merece. ВЎEstГЎ escrito!

La sinfonГ­a termina. Esto causa una tormenta de aplausos de los siete amigos. Con humildad, los mГєsicos bajan del escenario y saludan a cada uno de ellos. Se presentan y charlan un rato, comentando sus propГіsitos. AllГ­, todos merecen la felicidad completa, porque esto es lo que YahvГ© ha creado para los humanos.

DespuГ©s de un tiempo, los mГєsicos vuelven a su trabajo y los demГЎs deciden volver a la posada. Osmar incluido, un hombre desequilibrado y enfermo, que paga por sus pecados. ВїRealmente tiene alguna oportunidad de reiniciar su vida? ВїO es un caso perdido? No te pierdas las siguientes escenas.

El grupo llega a la posada. DespuГ©s del papeleo para acomodar a Osmar, se dirigen a la cocina, y junto a otros huГ©spedes se sirven la comida disponible para la cena. Pasan veinte minutos comiendo, hablando y en silencio.

Una vez que terminan de cenar, comienzan otras actividades durante la noche: mirar la televisiГіn, admirar el cielo estrellado y, finalmente, rezar. Exactamente a las diez en punto, deciden todos irse a dormir, porque estГЎn muy cansados del viaje. Y asГ­ lo hacen. Cada uno en su respectivo dormitorio trata de olvidar las preocupaciones y sumergirse en su propio mundo de sueГ±os. En ese momento, el "Yo soy" de todos era muy activo. Buenas noches a todos, hasta el prГіximo capГ­tulo.




Belo Jardim


Pasa la noche y llega el amanecer, entre sueГ±os y pesadillas para nuestros estimados personajes. Pronto comienza el dГ­a y ellos se sienten supervivientes. Uno por uno se levantan, se baГ±an, se cepillan los dientes, se ponen ropa limpia y van a desayunar al comedor de la posada. El objetivo es prepararse para la siguiente etapa del viaje.

Se reГєnen en el comedor como una gran familia. Se sirven tapioca, panecillos integrales, galletas, cereales, yogurt, frutas y jugos, segГєn las preferencias de cada uno. Mientras comen, la conversaciГіn fluye relajadamente:

–¿Cómo te sientes amigo mío, estás mejor? (El vidente)

–Sí. Sólo estar contigo me hace más feliz. (Osmar)

–Qué bien. Cuenta con nosotros para cualquier cosa. (El vidente)

–Gracias. (Osmar)

–¿Cuál era su cargo en la prefectura? (Renato)

–Yo era uno de los jefes de mi sector. Todos los proyectos tenían que pasar por mi tamiz. (Osmar)

–Grandes poderes, grandes responsabilidades. Le entiendo y nunca aceptaré ese tipo de posición. (Renato)

–Yo tampoco. ¡¿Pero me dijo que soñaba con altas remuneraciones?! (El vidente)

–Sí, pero no quiero ser el jefe de nada. Ya he tenido bastantes problemas con la jerarquía. Todavía acarreo marcas de la época con mi padre. (Renato)

–Entiendo. (El vidente)

–¿Cuál era el problema, Renato? (Osmar)

–Era muy autoritario y me maltrataba a diario. Así que me escapé de casa y una señora me adoptó ―explica Renato.

–Lo siento mucho. Tengo la sensación de que yo también he sentido algo parecido. (Osmar)

–El problema con el poder es que muchos humanos están tan fascinados con él que no pueden ver nada más. (Rafael)

–Creo que eso es lo que me pasó a mí. (Osmar)

–Entonces, después de haber pasado por tal experiencia, ¿qué les aconsejaría a otras personas que probablemente se encuentren en la misma situación? (Bernadete Sousa)

–¿Quién soy yo para dar consejos? Pero estaría bien que las instituciones impartieran una formación completa que incluyera la gestión del entorno, los problemas prácticos, la ética y la administración. Debo admitir que me faltaba un poco de visión directa y sustancial. (Osmar)

–Y tu otro problema, ¿cómo empezó? (Rafaela Ferreira)

–No lo sé muy bien. Sólo sé que eso me estaba pasando. (Osmar)

–Yo te entiendo. El pecado es como un animal que nos observa diariamente esperando el más mínimo resbalón. Si no estamos en completa comunión con el padre, caemos en la tentación y el pecado. Osmar, ¿quieres que te toque? Así podría conocerte mejor. (El hijo de Dios)

–¿Tocarme? ¿Cómo funciona eso? (Osmar)

–Él es el vidente y a través del tacto puede ver nuestro pasado, presente y futuro, sintiendo nuestras congojas más íntimas. Es como un bautizo ―explica Rafaela Ferreira.

–Oh, muy bien. Con gusto, amigo. (Osmar)

Aldivan se levanta y se acerca a su querido amigo. En este momento mГЎgico, tiene la sensaciГіn de que algo importante estГЎ a punto de suceder al rozar su piel contra la de su compaГ±ero. Cuando alcanza la distancia suficiente, estira el brazo y toca la pequeГ±a barriga. Entonces la historia se revela:

"Osmar era el jefe de la secciГіn financiera del municipio de SanharГі. Como jefe era responsable, estricto y autoritario, cada una de estas caracterГ­sticas mГЎs que la anterior. Desde un espectacular inicio del dominio del sector urbano, comenzГі a caer en la contradicciГіn y la corrupciГіn. Empezaron a surgir propuestas fraudulentas a la ley, y Г©l comenzГі a aceptar sobornos. En cada uno de ellos, la oscuridad se consolidaba y expandГ­a dentro de su ser.

En una hermosa maГ±ana de febrero de 2007, el sГ©ptimo dГ­a para ser exactos, recibiГі en su oficina a los nuevos empleados de la prefectura. Uno de ellos se llamaba Aldivan, un aspirante a escritor cuyo mayor objetivo era conquistar el mundo. Desde el momento en que se conocieron, entablan una amistad.

Los dГ­as pasaban entre trabajo, actividades sociales y ocio. En el trabajo, como jefe comprensivo, permite que Aldivan escriba su primer libro en los descansos. QuГ© especial era ese muchacho, a pesar de toda su humildad aГєn creГ­a en un mundo mejor, lo que no era su caso. PermaneciГі metido en la corrupciГіn y permitiГі que sus demonios internos actuaran en las ocasiones en que tuvo relaciones con menores.

Dos meses despuГ©s se separaron porque Aldivan no podГ­a conciliar el trabajo, la distancia y los estudios en la universidad. Fue una lГЎstima, porque quiГ©n sabe quГ© podrГ­a haber cambiado con la convivencia, al haber tenido a alguien tan valioso a su lado. Sin embargo, asГ­ estaba escrito.

El tiempo pasГі y los crГ­menes continuaron cometiГ©ndose, fueron investigados y descubiertos. AdemГЎs de perder su puesto en la prefectura, fue encarcelado durante algГєn tiempo. DespuГ©s de su puesta en libertad, regresГі a casa y comenzГі a vivir de sus ahorros. Como ya era bastante viejo y habГ­a amasado una buena cantidad de dinero, decidiГі no buscar trabajo y comenzГі su vida de ermitaГ±o, con unos pocos amigos y sus empleados. Hasta que, en un hermoso dГ­a, ocurriГі el reencuentro con Aldivan y sus amigos, con la esperanza de un cambio en su vida y el perdГіn del padre. AceptГі una invitaciГіn para participar en un viaje con la esperanza de cosechar los resultados al final".

El vidente quita la mano y con mirada satisfecha comienza a hablar:

–Estamos aquí para ayudarte, Osmar. No prometemos éxito inmediato ni felicidad porque eso es una utopía, pero sí una gran dedicación a tus causas. Aquí somos hermanos, amigos y cómplices. ¡Tranquilízate!

–Gracias, maestro. De ahora en adelante, seré tu apóstol más comprometido. ¡Hacia el éxito, hermanos! (Osmar)

–¡Amén! (Renato)

–¡Bienvenido al equipo! (Rafaela Ferreira)

–¡Tus penas son nuestras penas también! (Bernadete Sousa)

–¡Cuenta conmigo, humano! (Uriel)

–¡Que Yahvé padre bendiga este pacto! (Rafael)

–¡Maktub! Viajemos, el tiempo apremia. (Concluyó Aldivan)

Los demГЎs obedecen y se dirigen a sus respectivas habitaciones para hacer las maletas. Una vez que todo estГЎ listo, se vuelven a encontrar y salen a la calle. Desde el centro donde se encuentran hasta la estaciГіn de autobuses hay quince minutos a pie, y los recorrieron sin incidentes. Esperan un rato hasta que llega el autobГєs y luego se suben a Г©l.

Parten hacia la ciudad de Belo Jardim, a menos de quince kilГіmetros en lГ­nea recta. Sin embargo, por carretera son unos treinta kilГіmetros, y tardan treinta minutos.

Mientras tanto, aprovechan para charlar y hacer amistad con otros pasajeros. Al final del viaje han discutido diferentes objetivos y dado distintas opiniones, como en los estados de derecho democrГЎticos. Todos saben lo bueno que es ser Гєnico.

Al llegar al pueblo, el transporte los deja en la carretera y desde allГ­ contratan un taxi que los lleva a una modesta y barata posada. Se llama "Cielo Azul". Se registran allГ­ y quedan en el ГЎrea principal en treinta minutos, para poder descansar un poco. El vidente tambiГ©n hace una misteriosa llamada telefГіnica.

Se reГєnen a la hora convenida y en el lugar acordado. Forman un cГ­rculo y el vidente es el primero en hablar:

–Amigos míos, tengo una sorpresa para vosotros. Estáis a punto de conocer a una persona fenomenal y…

Antes de que pueda terminar, Aldivan es interrumpido por el sonido de unos pasos en direcciГіn a Г©l. Es un hombre negro y robusto, de unos treinta aГ±os de edad, forjado por las fuerzas de la naturaleza, las piernas, los brazos y el vientre firmes y fuertes. En cuestiГіn de segundos, se acerca y se coloca a su lado. Aldivan entonces explica:

–Este es Manoel Pereira, el popular Maneco, lo conocí en una de mis aventuras en un fin de semana fatídico. Estaba en el gueto, junto con criminales, vendiendo y consumiendo drogas. ¿Cómo estás, amigo mío?

–Estoy igual que antes. ¿Y tú?

–Me he convertido en escritor y te propongo una alianza. (Aldivan)

–¿Qué? Buenos días, chicos. Un placer conoceros a todos. ¿Cómo os llamáis? (Manoel Pereira)

–Mi nombre es Bernadete Sousa. Soy de Mimoso y he hecho un aborto.

–Soy Rafaela Ferreira, de Arcoverde, y estoy deprimida.

–Soy Osmar, de Sanharó, un estafador y pedófilo.

–Renato, compañero inseparable de aventuras del vidente.

–Rafael Potester, ángel de primera magnitud.

–Uriel Ikiriri, ángel guardián del vidente.

–Quiero cambiar tu vida a través de mi fuerza y la de mi padre. Seguimos creyendo en ti. (El hijo de Dios)

–¿Cómo? Ya no tengo vida. Todo en mí gira en torno a las drogas, la delincuencia, la perversidad y la falsedad. Ya no soy humano, soy un demonio ―se lamenta Manoel Pereira.

–Conozco tu vida y tus sentimientos y te digo que todavía hay esperanza. Te garantizo que todo lo que has hecho quedará atrás, si me confías tus problemas. ¡Basta decir que sí, y el Dios de lo imposible actuará! (Aldivan)

Manoel Pereira piensa un poco. ВїQuГ© estГЎ diciendo este loco? ВїEs el pobre muchacho desarmado a quien habГ­a intentado asaltar en el gueto? ВїEs el que pidiГі misericordia cuando estaba a su merced haciГ©ndole sentir lГЎstima de su miseria? ВїCГіmo podrГ­a ayudarlo ahora?

Con mirada de desdГ©n, pregunta:

–¿Qué tienes para ofrecer?

–Quiero mostrar un mundo nuevo, junto a otras personas que también tienen problemas, y juntos descubriremos lo que Dios exige de nosotros. La clave del éxito es la unión y la comprensión y no la encontrarás en ningún sitio. El mundo sólo te ofrece vicio, corrupción y muerte, mientras que yo, mi padre y mis amigos te ofrecemos vida, felicidad, conocimiento y, sobre todo, amor. El amor que nunca has experimentado. (El hijo de Dios)

Las palabras de Aldivan actГєan como una alerta. Ciertamente, tiene razГіn. El mundo nunca le ofreciГі nada bueno y, como no puede ver otra salida, toma una decisiГіn.

–Está bien. ¿Cuándo empezamos?

–Ahora mismo. ¿Dónde están tus maletas? (Aldivan)

–No tengo nada. Me robaron todo. (Manoel)

–Te prestaré algo de ropa. No te preocupes. (Osmar)

–Gracias. (Manoel)

–Yo también. No te faltará nada. (El vidente)

–Muy bien. (Manoel)

–Bienvenido. (Renato)

–Has tomado la decisión correcta. (Rafaela Ferreira)

–Mi hermano y yo te protegeremos de cualquier cosa. (Rafael)

–Deja que Dios te ilumine. (Uriel)

–Sugiero un paseo con nuestro amigo como guía. (Bernadete Sousa)

–Claro, con gusto. (Manoel)

–Vámonos de aquí. (El hijo de Dios)

Todos obedecen, se dirigen a la salida, cruzan la puerta y salen a la calle. ВїQuГ© les espera en esa ciudad salvaje?




En el gueto


Los miembros del grupo caminan por el centro, hacia el sur. En este momento, el trГЎfico es bastante intenso, con trГЎnsito de coches todo el tiempo. Cruzan una, dos, tres avenidas con grandes dificultades en cada cruce, incluso con el semГЎforo en rojo. Aun asГ­, se enfrentan a todo de buen humor.

ВїQuГ© los impulsa? Entre las principales razones estГЎn la camaraderГ­a, la amistad, la sed de conocimiento y la empatГ­a mutua. Es asГ­ porque son mГЎs que hermanos, son compaГ±eros en todo momento, formando el equipo de la serie El vidente, la mayor serie de literatura de todos los tiempos, que estГЎ en su cuarta etapa.

Todo lo que han vivido antes ha servido de base para el momento presente, donde la dedicaciГіn y la fe son las lГ­neas maestras. ВїPodrГЎn fracasar? SГ­. Pero no dejan que el miedo sea mayor que el coraje y la esperanza. PodrГЎn perder, pero no antes de haberlo intentado.

En este momento el grupo estГЎ compuesto por el hijo de Dios, Renato, los dos arcГЎngeles, una mujer deprimida, una abortista, un pedГіfilo. Toda la miseria humana estaba presente y continuamente descansaba sobre el pecho de Dios esperando las respuestas. Y avanzarГ­an aГєn mГЎs.

Con la cabeza alta, cruzan una avenida mГЎs y siguen derecho por la calle Humberto Siqueira, en el barrio de Boa Vista. Al final de la carretera hay un pequeГ±o gueto, formado por unas pocas casas. Manoel los lleva al lugar donde consumГ­a y traficaba con drogas. Afortunadamente, cuando llegan no hay nadie allГ­. Entonces Г©l dice:

–Aquí está mi baluarte de soledad y miseria. ¿Sabes lo que es luchar y sufrir al mismo tiempo? Así me sentía cuando suministraba droga a padres de familia.

–Lo sé, hermano. Piensa en todo eso como un pasado que no va a volver. Mi padre y yo tenemos los brazos abiertos para recibirte. (El hijo de Dios)

–Tengo muchas ganas de creerlo, pero… (Manoel)

–¿Tienes dudas? Es comprensible. (Rafael)

–No dudes. Aldivan puede hacer lo que dice. Lo sé porque lo conozco desde que era un bebé. (Uriel)

–Puedo hablar de mi experiencia a su lado. Lo conozco desde hace cinco años y en ningún momento he percibido malicia en él. Si hay alguien de confianza, se llama Aldivan Teixeira Torres: el odio, el egoísmo, la vanidad, la falsedad, la rabia, el orgullo, el lujo… son desconocidos para él. (Renato)

–Conocí a Aldivan y a los demás en Arcoverde, en la catedral de la Liberación. En mi dolor, percibí su gran corazón, a pesar de que al principio me negué a aceptarlo. (Rafaela Ferreira)

–Conozco a Aldivan desde hace tiempo. ¿Quién no conoce en la región las aventuras del vidente? Se ha convertido en un símbolo de perseverancia y dedicación a todos. Aldivan, incluso en su grandeza, muestra su maravilloso corazón dándonos la bienvenida como amigos. Actúa así porque conoce muy bien la miseria humana, ya que la ha sentido él mismo. Tiene mi confianza. (Bernadete Sousa)




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